Celebridades en el amor: ¿Está la sociedad entendiendo qué es una relación sana?

Las relaciones de pareja de algunas figuras del espectáculo suelen desencadenar curiosidad en la opinión pública. Esta vez, quien no pasó desapercibida en las redes fue la actriz Lina Tejeiro, que en un pódcast con la periodista Tatiana Franko, no solo habló de su vida personal, sus orígenes y su familia, sino también sobre el amor y su posición sobre lo que espera de una próxima pareja.

El pódcast, en redes sociales no solo fue elogiado por algunos cibernautas, sino también criticado por otros que se refirieron a ella como egocentrista. Sin embargo, abrió un debate sobre cómo aprender a sobrellevar la vida en pareja.

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Inicialmente la actriz no solo comenzó manifestando que estaba muy bien soltera, sino que también explicó que no iba a sacrificar sus prioridades. “Este momento de mi vida me está enseñando que el día en que llegue una pareja a mi vida tiene que entender cuáles son esas prioridades con las que me conoció. Mi trabajo, mi empresa, mi familia y todo lo que me formó hasta hoy. Y si esa persona me recibe con todo ese paquete (…) esto es lo que hay, eso es lo que soy, si te funciona todo bien”

Cristian Conen, profesor del Instituto de La Familia de la Universidad de La Sabana y experto en salud relacional de la pareja, explica que no tener claras las prioridades en la vida de pareja, puede generar toxicidad relacional y llevar a una crisis profunda de la misma.

“Refiriéndonos específicamente a la salud relacional de la pareja, se previene toxicidad cuando se transita el proceso de maduración que exige amar y que consiste en pasar de la priorización por uno mismo a la priorización de la persona que amo sin que esto signifique la pérdida de la autoestima. Si eso no ocurre, no se ama real y sinceramente. El amor surge cuando los dos miembros de la pareja recíprocamente se respetan, lo que significa que se ayudan mutuamente a sacar la mejor versión de si mismos, y a desarrollar todo su potencial, sueños y vocación.

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Las acciones para alcanzar una buena salud relacional, son la prevención, el cuidado, el fortalecimiento y la sanación de la relación de pareja.”, señala el experto.

En cuanto al cuidado, explicó que este se trabaja con acciones continuas de conocimiento y entendimiento de la pareja, comunicación unitiva y autocontrol adecuado de uno mismo, para poder vivir los grandes verbos del amor que son dar, recibir y unirse.

Otro factor clave de la relación de pareja sana consiste en fortalecer los hábitos saludables. “Los hábitos tóxicos, obstaculizan la unidad de la pareja. Por ejemplo, si no se trabaja en el desarraigo de aspectos como el orgullo, la soberbia, la envida o las mentiras, esa relación se va haciendo tóxica. Por el contrario, los hábitos saludables como la humildad, la prudencia, la justicia, la fortaleza, la sobriedad, la austeridad y el autocontrol adecuado del impulso sexual llevan salud a la relación”, señala Conen.

¿Una sociedad sola?

“A mi un hombre no me hace sentir realizada. Tener un hombre al lado, solo para que me diga, me controle, no me hace sentir realizada. Y si me llega un hombre es para entender a la mujer que tiene al lado, sino, ‘Mi rey que te vaya muy bien’. Yo puedo hacerlo sola. Mucha gente dice que soy muy exigente porque precisamente tengo muy claro lo que quiero, pero llevo dos años en una soltería (…) no salgo con nadie, me invitan a salir y pienso, ‘estoy tan bien así’ que seguramente me enamoré de la soledad y puede ser que peligro, seguramente, pero tener un hombre no me hace sentir realizada”, dijo la actriz en el pódcast, lo que sienta nuevas preguntas sobre el porqué encontrar pareja no es un tema fácil para muchos.

Frente a lo anterior, Conen señala que existe un error sobre la concepción del amor, pues las parejas perfectas no existen porque no existen las personas perfectas. “No existen las parejas donde sus miembros estén graduados de amadores, es decir, que hayan logrado apropiarse de todos los hábitos saludables y desarraigado de todos los hábitos tóxicos”. Puede distinguirse dos tipos de pareja: las que trabajan su relación con acciones benevolentes recíprocas y las que no la trabajan, por concebir el amor como un simple fluir afectivo.

En ese mismo sentido, señala que uno de los grandes problemas en las relaciones consiste en creer que la felicidad depende solo del bienestar. “Si la felicidad que todos buscamos es sinónimo solo de estar bien y todo lo que lleva a un individuo a no estar bien, debe ser descartado, hay un problema porque el amor se estaría concibiendo de una manera egocéntrica, unilateral, no reciproca (…) Por lo tanto, necesitamos una rebelión educativa, que permita superar con herramientas concretas el analfabetismo amoroso. Si lo que más impacta en la felicidad es saber trabajar la calidad de las relaciones con las personas en el amor y esto precisamente no se educa, no nos debería sorprender que cada vez haya una oleada mayor de personas, no dispuestas a dar sino sólo a recibir”, finalizó el experto.

Escrito por María Alejandra Gómez, Comunicadora Social – Universidad de la Sabana