Certificado digital de vacunación: ¿Anuncio apresurado?

En los últimos días el gobierno nacional anunció que se podría descargar el certificado digital de vacunación. Hicimos el ejercicio de intentar obtenerlo a través de distintos medios. Pero lástimosamente no fue posible. Aquí la revisión que hicimos en la poco práctica tarea de conseguir el certificado.

Primer intento: Coronapp

Esta aplicación fue la primera avanzada del gobierno nacional para el monitoreo de los síntomas del coronavirus. La aplicación fue bastante criticada en su momento. En especial por el uso del Bluetooth para detectar cercanías, así como por problemas serios de privacidad como denunció la Fundación Karisma.

También recién aparecida la aplicación se encontró que tenía problemas para el registro de personas asintomáticas. Ya que solo generaba códigos QR en color rojo (alerta) siempre y cuando se registraran síntomas. Pero en la elección de la ausencia de síntomas, por ejemplo alguien con una prueba PCR positiva pero asintomático, siempre iba a generar un código QR en color verde (sin problemas). Esto último era bien interesante porque realmente no tenía ningún control o registro sobre pacientes asintomáticos, uno de los grandes problemas del COVID-19.

Te puede interesar: Colombia entra en una nueva fase de aislamiento

Intentamos utilizar la aplicación para obtener el certificado digital de vacunación, pero no encontramos alguna opción para conseguirlo. Ya no encontramos la opción de reportar síntomas que tenía en el pasado. Y en un menú denominado “Síntomas” encontramos un proceso para generar un código QR para viajar.

Este proceso fue interesante porque en las pruebas realizadas, la aplicación no validó la existencia del vuelo (algo que es posible hacer de distintas formas usando una conexión a Internet). Y al final aunque en el sistema no existían síntomas registrados en el pasado, el resultado fue un QR rojo que impediría viajar. Esto debido a que según la aplicación el sujeto presenta síntomas. Terminado el proceso, no obtuvimos el certificado, y encontramos que la aplicación “inventa” síntomas de fuentes de datos desconocidas, o simplemente ante la ausencia de información presume que hay síntomas.

Segundo intento: PAI

El sitio web del Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI) fue promocionado en el pasado, como un lugar de donde obtener el certificado digital de vacunación. Y efectivamente, desde dicho lugar era posible obtener el certificado, al menos parcialmente.

La información que se tenía (o quizás se tiene, actualmente no es posible consultarla) en el PAI, está incompleta. Al buscar personas que hubiesen sido vacunadas directamente por las EPS, incluso dentro de los primeros grupos poblacionales (adultos mayores), no aparecían datos de ninguna de las dosis recibidas. Solo se encontró información en el caso de personas vacunadas a través de las IPS que realizan programas de vacunación en los centros comerciales. Pero tristemente, solo aparecía información de las primera dosis.

Incluso el formato en que se presentaba la información solo incluía una fila para la primera dosis, excluyendo el espacio para la segunda. Hay que anotar que al momento de consultar ya había pasado más de un mes después de la aplicación de la segunda dosis, en el caso del sujeto que se intentó consultar.

Actualmente, el sitio del PAI no tiene ninguna opción para poder descargar certificados. Por ende, el segundo intento también fue fallido, ya que aunque el pasado se podía descargar de este sitio, en el momento está deshabilitado el acceso.

Tercer intento: Mi Vacuna

Esta también ha sido uno de los referentes tecnológicos del gobierno nacional. Y lástimosamente ha presentado problemas como sus otros proyectos tecnológicos. En esta plataforma se ha realizado el agendamiento y la priorización para la vacunación. Y ha sido un verdadero dolor de cabeza, en particular por el uso del mecanismo captcha para evitar peticiones automatizadas.

Con respecto a Mi Vacuna, se realizaron pruebas en dos ocasiones. Una en cada una de las dos primeras semanas del mes de septiembre. Fueron cuatro pruebas en las dos rondas, utilizando los datos de cuatro personas: Un paciente vacunado por la EPS con un biológico que requiere dos dosis; un paciente vacunado por el distrito con un biológico que requiere dos dosis; un paciente vacunado por una empresa privada con un biológico que requiere dos dosis y un paciente vacunado por el distrito con un biológico que solo requiere una dosis. Todos fueron vacunados por última vez, hace más de un mes.

Te puede interesar: Se encienden las alertas por llegada de extranjeros sin pruebas de COVID-19

Los resultados no fueron del todo satisfactorios. Aunque el gobierno había anunciado que Mi Vacuna permitiría descargar la información, fue solo hasta la segunda semana de septiembre que se pudo obtener. Para el caso del paciente vacunado por la empresa privada y el paciente vacunado por el distrito con una vacuna de una sola dosis, no se obtuvo el certificado al momento de terminar de escribir esta nota. En ese sentido, es evidente que el anuncio fue apresurado.

Las conclusiones

En resumen, los procesos tecnológicos del gobierno aún deben evolucionar más. Existe una premura por hacer anuncios aún cuando la información no está digitalizada en su totalidad. Adicionalmente la recopilación de la información se hizo en dos tiempos. Pues teniendo en cuenta el tiempo que transcurrió entre los anuncios de la vacunación y el comienzo de la misma, era posible desarrollar un sistema que hubiese podido alimentar la información en la medida que se desarrollaba el proceso de vacunación.

Consultadas varias personas que han tenido relación con entidades públicas, estas comentaron de la falta de claridad al momento de definir lo que se espera de las herramientas tecnológicas. Adicionalmente se evidencia falta de evaluación a nivel de procesos de calidad o someter la infraestructura a una fuerte carga de solicitudes.

Al parecer la estrategia del certificado digital podría funcionar. Contrario al hecho de intentar utilizar herramientas tecnológicas para construir cercos epidemiológicos. Claro que todo esto depende de implementar mecanismos que faciliten el registro directo de la información. De tal forma que básicamente los datos se visualicen en un corto tiempo luego de ser vacunada la persona.