En Minnesota, un atacante disfrazado de policía asesinó a Melissa Hortman y su esposo; e hirió gravemente a John Hoffman y su esposa; ambos son congresistas demócratas.
domingo, 15 de junio de 2025
En Minnesota, un atacante disfrazado de policía asesinó a Melissa Hortman y su esposo; e hirió gravemente a John Hoffman y su esposa; ambos son congresistas demócratas.
En la madrugada del 14 de junio de 2025, un hombre disfrazado de oficial de policía irrumpió en dos residencias en Brooklyn Park y Champlin, ambas zonas del Greater Minneapolis, y abrió fuego contra dos legisladores estatales demócratas y sus parejas.
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La primera víctima fue la expresidenta de la Cámara estatal, Melissa Hortman, de 55 años, quien falleció junto con su esposo Mark Hortman en su vivienda de Brooklyn Park, en lo que el gobernador Tim Walz declaró como un “‘asesinato políticamente motivado’”.
Alrededor de la 1:35 a.m., las autoridades recibieron la primera llamada desde el domicilio del senador John Hoffman en Champlin, donde él y su esposa Yvette resultaron gravemente heridos por disparos. Ambos fueron trasladados al hospital y operados con pronóstico reservado, aunque “optimista”.
Minutos más tarde, la policía se dirigió a la residencia de Hortman y encontró al sospechoso, quien vestía chaleco antibalas, un uniforme similar al policial, y estaba junto a un vehículo con luces tipo patrulla. Al enfrentarse a los agentes, se produjo un intercambio de disparos que permitió la fuga del atacante por la parte trasera de la casa.
Se emitió una orden de permanencia en el hogar (“shelter-in-place”) para los residentes de un perímetro de tres millas en Brooklyn Park, mientras los cuerpos del orden, incluidos la policía estatal y el FBI, coordinaban una operación de búsqueda.
Dentro del vehículo del sospechoso se halló un manifiesto con una “lista de nombres” que incluía a otros funcionarios públicos, elevando la sospecha de que se trataría de un ataque sistemático y planificado.
El gobernador Tim Walz condenó el episodio como una “tragedia indescriptible” y activó el Centro Estatal de Operaciones de Emergencia, además de destacar la naturaleza políticamente dirigida de los tiroteos, porque fue claro el objetivo de atentar contra la vida de dos congresistas demócratas.
El presidente Donald Trump y figuras como la senadora Amy Klobuchar, cercanas a las víctimas, condenaron el ataque y expresaron su apoyo en redes sociales, señalando que este tipo de violencia “no será tolerada” en los EE.UU.
La comunidad y la clase política demandaron protección para los funcionarios electos. Tanto la Minnesota House Speaker Lisa Demuth como el líder del Senado republicano Mark Johnson calificaron los hechos como “violencia extrema contra la democracia”.
La población local vivió momentos de alerta y temor: se cerraron escuelas, se reforzó la seguridad policial y se cancelaron eventos públicos hasta que se capturara al sospechoso.
Las víctimas recibieron homenajes: Hortman fue recordada como una líder dedicada, que promovió metas de energía limpia, protección social y vivienda asequible, mientras que Hoffman es reconocido por su labor en servicios humanos y educación pública.
La Minnesota Department of Public Safety instó a la comunidad a verificar siempre la identidad de los oficiales y a reportar cualquier persona que pretenda actuar como policía sin respaldo oficial.
El caso generó un intenso debate nacional sobre la seguridad de los funcionarios electos, el uso de manifestaciones simbólicas (como el traje de policía), y la creciente polarización política.
A la fecha del último reporte, el responsable de atentas contra los congresistas demócratas continúa prófugo, y la investigación avanza con cooperación interinstitucional entre el FBI, la policía estatal y local para esclarecer el móvil y prevenir nuevos ataques.
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Minnesota enfrenta una estela de impacto moral, político y emocional: la muerte de Hortman y la recuperación de los Hoffmans dejan un legado de exigencia por fortalecer la protección institucional y combatir la violencia contra los servidores públicos.