Bogotá registró 169.306 reportes por ruido entre enero y junio de 2025, un aumento del 21,8 % frente al mismo periodo del año anterior.
Bogotá registró 169.306 reportes por ruido entre enero y junio de 2025, un aumento del 21,8 % frente al mismo periodo del año anterior.
El pasado 5 de agosto en el Concejo se instaló oficialmente la Subcomisión de Vigilancia y Control “El impacto del ruido en Bogotá: retos para la salud, la convivencia y el ambiente”, para hacerle frente al creciente impacto del ruido en la ciudad.
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Esta iniciativa, liderada por la concejal Cristina Calderón Restrepo del partido Nuevo Liberalismo, surge como respuesta a una preocupación ciudadana: entre enero y junio de 2025, la Línea 123 recibió 169,306 reportes por ruido, frente a 138,985 en el mismo periodo de 2024. Esto representa un incremento del 21,8 %, equivalente a 30,321 casos más. Aunque en junio se evidenció una caída histórica del 33,86 %, con 19,248 quejas frente a 29,100 en junio de 2024, la cifra acumulada del primer semestre sigue estando por encima de los niveles del año anterior. Las zonas con altos niveles de contaminación acústica y sectores con mayor número de quejas, son Usaquén 28,8 %, Ciudad Bolívar 30 % y Engativá 14,2 %.
“El ruido no es solo una molestia, es una amenaza para el bienestar colectivo y Bogotá no puede seguir tratándolo como un tema menor”, aseguró la concejal Calderón Restrepo.
Esta subcomisión responde a la necesidad de fortalecer los mecanismos institucionales que garanticen el control territorial, con énfasis en la protección del ambiente, la salud pública y la convivencia ciudadana. Además, tiene como objetivo trabajar de manera articulada con entidades como la Secretaría Distrital de Gobierno, la Secretaría de Ambiente, la Policía Metropolitana, las alcaldías locales y representantes de la ciudadanía en temas como:
Está integrada por los concejales Cristina Calderón, Daniel Briceño, José Cuesta, Andrés Onzaga, Humberto Amín, Jesús Araque y Sandra Forero.
“Es una oportunidad para poner en el centro la salud pública, proteger el descanso de la ciudadanía y fortalecer la regulación. Bogotá necesita reglas claras, medición permanente y control efectivo sobre el ruido urbano”, insistió Calderón Restrepo, quien también preside desde el año 2024 la Comisión Accidental “El impacto del ruido en Bogotá”.
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Este nuevo escenario busca posicionar el ruido como un problema de política pública con acciones concretas: regulación efectiva, control normativo e intervención territorial que restaure el derecho al descanso en Bogotá.