lunes, 13 de octubre de 2025

Noruega goleó a Israel en un partido con tensión política

En un partido con mucha tensión, especialmente política; la selección de Noruega goleó 5-0 a Israel en Oslo. Esto deja al país hebreo con pocas posibilidades de clasificar al Mundial de 2026.

En Oslo, Noruega derrotó 5-0 a Israel en partido por las eliminatorias europeas rumbo al Mundial 2026. El triunfo fue rotundo y con autoridad, y se produjo en un contexto lleno de tensión política, manifestaciones y debates sobre la legitimidad de la participación israelí en competiciones deportivas.

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El protagonista absoluto fue Erling Haaland, quien anotó un hat-trick y alcanzó un récord personal: superar los 50 goles internacionales en menos partidos. Su desempeño fue contundente pese a que falló dos penales antes de encontrar el rumbo en el partido.

Además de los goles de Haaland, Israel sumó su infortunio con dos autogoles (de Anan Khalaili y Idan Nachmias), lo que contribuyó a la goleada abultada en contra del equipo visitante.

Antes y durante el encuentro, protestas pro-Palestina se hicieron presentes en los alrededores del estadio y en las tribunas. Cientos de manifestantes marcharon por Oslo con banderas de Palestina, pancartas con lemas como “Let children live” y mensajes contra la guerra en Gaza. Algunos fanáticos dentro del estadio igualmente desplegaron banderas y expresaron rechazo al himno israelí con abucheos.

Las fuerzas de seguridad tuvieron que intervenir: se produjo el uso de gas lacrimógeno para contener a manifestantes que cruzaron barreras policiales, y hubo detenciones de algunos activistas. También se restringió el acceso al estadio y se cerraron sectores para minimizar riesgos.

Estas protestas no solo reflejan una expresión ciudadana local, sino una tendencia creciente en el mundo del deporte de vincular acciones políticas a la participación de equipos o selecciones. En este caso, muchos exigieron que Israel fuera suspendido de competencias deportivas por su papel en el conflicto de Gaza.

Aparte de las protestas, un aficionado con una camiseta con el lema «Free Gaza» saltó al campo – Foto: Fredrik Varfjell / Ap-LaPresse

En cuanto a la situación deportiva de Israel en el grupo, tras esta derrota queda en una posición muy comprometida. Está en tercer lugar del Grupo I, con pocas probabilidades de alcanzar los puestos de clasificación directa o siquiera plazas de repechaje, dadas las diferencias con Noruega e Italia.

Noruega, por su parte, fortalece su posición. Con esta victoria mantiene su invicto en el grupo, eleva su diferencia de goles, y se acerca cada vez más a asegurar un cupo para el Mundial. Solo le restan un par de partidos, pero disfruta de una cómoda ventaja frente a sus rivales.

En el trasfondo de este partido existe la discusión sobre si la UEFA o la FIFA deberían suspender a Israel de sus torneos mientras dure el conflicto. Algunos países y federaciones han pedido esa sanción, citando una lógica similar a las sanciones impuestas a Rusia tras la invasión de Ucrania. Israel ha rechazado esas comparaciones.

No obstante, hasta ahora no hay una decisión concreta que quite a Israel de las competiciones. Las entidades futbolísticas mantienen discursos de neutralidad, argumentando que el deporte debe mantenerse separado de políticas estatales. Pero la presión diplomática y deportiva es creciente.

El caso de Noruega vs Israel es un claro ejemplo de cómo el deporte puede tornarse un escenario simbólico de tensiones mayores. En el campo hay talento, goles y estrategias; en la tribuna hay ideología, protesta, reclamo y mensaje político. El estadio se convierte en un microcosmos del conflicto global.

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Mirando hacia adelante, la derrota deja a Israel con pocas opciones —debe ganar sus partidos restantes y esperar resultados favorables de terceros—. Pero también enfrenta un costo reputacional importante. Para Noruega, es un paso firme hacia la clasificación que podría convertirse en su primer Mundial en décadas, con Haaland como líder y el respaldo de una afición que también exige justicia desde las gradas.

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