jueves, 13 de noviembre de 2025

De espacio inseguro a centro cultural: Bogotá transforma el bajopuente de la calle 53 con carrera 30 en un punto de encuentro ciudadano

El proyecto también incorporó elementos icónicos como las escaleras en forma de piano, inspiradas en la transformación del bajopuente de la calle 45 con carrera 30.

Lo que durante años fue sinónimo de abandono, malos olores e inseguridad, hoy se levanta como un nuevo espacio cultural y comercial para los bogotanos. La Alcaldía Mayor de Bogotá, a través del Departamento Administrativo de la Defensoría del Espacio Público (Dadep), inauguró la recuperación del bajopuente de la calle 53 con carrera 30, un punto neurálgico de la capital que fue completamente transformado gracias a la estrategia “Puentes que unen”.

La intervención, que tuvo una inversión de 1.326 millones de pesos, permitió recuperar 1.407 metros cuadrados bajo una de las vías más transitadas de la ciudad. El proyecto incluyó la construcción de un salón multipropósito, dos locales comerciales y baños públicos, además de amplias zonas verdes, iluminación renovada y arte urbano que le da una nueva vida al entorno.

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Según el Dadep, la recuperación del espacio fue fruto de 16 meses de trabajo conjunto entre distintas entidades distritales, entre ellas el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), la UAESP, la Alcaldía Local de Teusaquillo y el Jardín Botánico de Bogotá. Las labores incluyeron limpieza profunda, recolección de residuos, reparación de luminarias, instalación de jardineras ornamentales, murales, mobiliario urbano y arte público.

Las columnas del puente, antes grises y deterioradas, hoy exhiben coloridos patrones geométricos y figuras de guacamayas, medusas, flores y personajes históricos, convirtiendo el espacio en una galería a cielo abierto. “Nuestra obsesión es volver productivas las zonas debajo de los puentes. No se trata solo de embellecer, sino de ofrecer espacios dignos y con oportunidades para la comunidad”, destacó Lucía Bastidas, directora del Dadep.

El proyecto también incorporó elementos icónicos como las escaleras en forma de piano, inspiradas en la transformación del bajopuente de la calle 45 con carrera 30, para aportar dinamismo y color al entorno. Además, se habilitaron una barbería tradicional del barrio Galerías y una cafetería de especialidad, que ya atraen a residentes y transeúntes del sector.

Bastidas explicó que el propósito de la estrategia es que estos espacios tengan una vocación económica y comunitaria, garantizando su sostenibilidad en el tiempo. Por ello, la administración del lugar fue entregada por un periodo de cinco años a la Asociación Cívica Centro Artístico y Cultural Galerías (AsoGalerías CAC 53), integrada por vecinos y residentes del sector. Esta organización será la encargada de conservar, mantener y dinamizar cultural y socialmente el nuevo centro urbano.

Esta era una promesa que le hicimos a la ciudadanía y hoy la cumplimos. Dejamos zonas duras para exposiciones, eventos culturales y comercio local. La comunidad será protagonista de su propio entorno”, señaló la directora del Dadep, quien además aseguró que la entidad mantendrá presencia permanente con labores de pedagogía y acompañamiento.

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La iniciativa hace parte de un plan más amplio que contempla la transformación de al menos 15 bajopuentes adicionales en distintos puntos de Bogotá para el primer semestre de 2026. Entre los próximos proyectos destacan los de la avenida Las Américas con carrera 30, la autopista Norte con calles 92 y 127, la calle 116 con carrera 9, la avenida Boyacá con calle 63 y la autopista Sur con avenida Villavicencio, donde incluso se proyecta la construcción de una cancha de pádel, la primera de su tipo bajo un puente en la capital.

Cada bajopuente tendrá una vocación distinta: algunos serán espacios deportivos, otros comerciales o culturales. Lo importante es que dejen de ser zonas muertas y se conviertan en lugares vivos para la ciudadanía”, añadió Bastidas.

Con el avance del metro de Bogotá y las nuevas troncales de TransMilenio, la ciudad tendrá decenas de estructuras elevadas que podrían correr el riesgo de ser vandalizadas o mal utilizadas. Por eso, el Distrito busca replicar este modelo en los futuros bajopuentes del viaducto del metro, incorporando elementos culturales, ambientales y comerciales que fomenten el uso responsable del espacio público.

La estrategia “Puentes que unen” se consolida así como una apuesta por recuperar los espacios subutilizados de la ciudad, integrando el arte, el comercio local y la participación ciudadana para construir una Bogotá más segura, sostenible y con sentido de comunidad.

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