Una intensa tormenta de nieve azotó Nueva York, dejó heridos, provocó la cancelación de 1.700 vuelos y volvió a encender las alertas sobre eventos extremos ligados al cambio climático
Una intensa tormenta de nieve azotó Nueva York, dejó heridos, provocó la cancelación de 1.700 vuelos y volvió a encender las alertas sobre eventos extremos ligados al cambio climático

Una potente tormenta invernal afectó el área de Nueva York y otras partes del noreste de Estados Unidos durante la madrugada de este 27 de diciembre, dejando grandes nevadas que paralizaron carreteras, transportes y la vida cotidiana durante el periodo post-navideño. Las autoridades emitieron alertas de viaje y declararon estados de emergencia ante las condiciones peligrosas.
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El temporal provocó la cancelación de más de 1.700 vuelos en los principales aeropuertos del área metropolitana de Nueva York, incluidos LaGuardia, John F. Kennedy (JFK) y Newark, afectando tanto vuelos nacionales como internacionales. La mayoría de estas cancelaciones se reportaron el viernes 26 de diciembre de 2025, en pleno regreso de las festividades.
Además de las cancelaciones, numerosos vuelos sufrieron retrasos prolongados, con impactos significativos en itinerarios de viajeros tanto dentro como fuera de Estados Unidos. Aeropuertos en Boston, Filadelfia y Detroit también registraron interrupciones.
El Servicio Meteorológico Nacional registró acumulaciones de nieve de hasta 10 centímetros o más en partes de Nueva York y sus alrededores, con variaciones según las zonas urbanas y suburbanas. Esta fue una de las nevadas más significativas de los últimos años en la región.
Aunque grandes nevadas y condiciones resbaladizas representaron un riesgo para peatones y conductores, hasta el momento no se ha confirmado un número elevado de víctimas mortales directamente atribuidas a esta tormenta específica. Las autoridades priorizaron advertencias para reducir exposiciones innecesarias durante el clima severo.
Más allá de la nevada en sí, las bajas temperaturas persistentes y la formación de hielo complicaron las labores de remoción de nieve y mantuvieron el riesgo de accidentes de tráfico. Las autoridades recomendaron extremar precauciones al transitar.
La cancelación de más de 1.700 vuelos se inscribe en un patrón más amplio de interrupciones del transporte aéreo ocasionadas por fenómenos meteorológicos severos que históricamente han afectado el noreste de Estados Unidos y sus aeropuertos, especialmente durante periodos de alta demanda.
La influencia del cambio climático en este tipo de eventos es objeto de análisis por parte de climatólogos y meteorólogos, quienes señalan que el calentamiento global puede intensificar la variabilidad climática y generar fenómenos extremos más frecuentes o severos, incluso en invierno.
Parte de la explicación radica en que un clima más cálido puede aumentar la capacidad de la atmósfera para retener humedad, lo que, en determinadas condiciones, puede traducirse en nevadas más intensas cuando la temperatura aún está por debajo del punto de congelación.
Expertos advierten que, aunque el calentamiento global tiende a elevar las temperaturas promedio, la interacción entre masas de aire frío ártico y sistemas húmedos puede seguir produciendo tormentas invernales significativas en el noreste norteamericano.
A medida que se aproxima el final del invierno en el hemisferio norte, la posibilidad de fenómenos meteorológicos similares permanece, con advertencias prolongadas de nieve y hielo en algunos estados del noreste y el medio oeste. Las autoridades mantienen alertas meteorológicas activas y recomiendan preparación continua.
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La gran tormenta de nieve en Nueva York no solo ha generado un caos en los desplazamientos y transporte aéreo, sino que también ha recordado la necesidad de sistemas de infraestructura, respuesta institucional y planificación climática adaptativa para enfrentar eventos extremos de clima invernal y sus impactos sociales y económicos.