Al finalizar su reunión en Mar-A-Lago, Trump y Zelenski indicaron que la paz estaría cerca aunque nuevamente sin dar conclusiones claras al respecto.
lunes, 29 de diciembre de 2025
Al finalizar su reunión en Mar-A-Lago, Trump y Zelenski indicaron que la paz estaría cerca aunque nuevamente sin dar conclusiones claras al respecto.
La reunión más reciente entre Donald Trump y Volodímir Zelenski se celebró el 28 de diciembre de 2025 en Mar-a-Lago, Florida, donde ambos mandatarios sostuvieron conversaciones centradas en un marco de paz para poner fin al conflicto armado entre Ucrania y Rusia, que estalló con la invasión rusa en febrero de 2022.
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El encuentro, que duró varias horas en la residencia privada de Trump, siguió a un intercambio previo de comunicaciones entre Trump y el presidente ruso Vladímir Putin, en el que el mandatario estadounidense subrayó que tanto Kiev como Moscú debían trabajar hacia una solución negociada.
En la conferencia de prensa posterior, Trump afirmó que las negociaciones para un acuerdo de paz estaban en sus “etapas finales”, aunque reconoció que el conflicto podría prolongarse si no se lograban acuerdos sobre cuestiones fundamentales como la soberanía territorial y las condiciones de un alto el fuego.
Zelenski, por su parte, presentó y defendió un plan de paz con 20 puntos, diseñado para detener la guerra y establecer un marco duradero de seguridad y reconstrucción para Ucrania. El plan contempla garantías de seguridad robustas, integración económica con la Unión Europea y mecanismos específicos para abordar cuestiones territoriales.
Ambos líderes coincidieron en que muchos de los elementos del plan estaban cerca de un consenso, con Trump señalando que hasta el 95% de los aspectos del plan estaban acordados, aunque el tema de Donbás y el control de territorios contestados seguía siendo uno de los principales obstáculos.
Trump enfatizó que las garantías de seguridad para Ucrania serían un componente central de cualquier acuerdo final y que países europeos jugarían un papel importante en su implementación, destacando que la participación de aliados occidentales era clave para persuadir a Rusia de cesar las hostilidades.
Zelenski reiteró la importancia de respaldos internacionales firmes y al mismo tiempo advirtió que la voluntad real de Rusia para detener la guerra sigue siendo incierta, dado que Moscú ha continuado con ataques militares intensos incluso mientras se negocia.
Importante dentro de estas conversaciones ha sido la idea de que un futuro encuentro trilateral que incluya a Putin, Zelenski y Trump podría ser el paso decisivo para cerrar las brechas en los puntos más sensibles de la negociación. Trump ha expresado apoyo a la idea de organizar y participar en ese tipo de reunión si los dos países lo desean.
A pesar de los progresos, varios analistas y líderes europeos mantienen un escepticismo moderado, señalando que los avances hasta ahora reflejan discusiones sobre fundamentos más que compromisos finales, y que el proceso aún depende de aprobaciones políticas, tanto en Kiev como en Moscú.
En el campo diplomático, la continuidad de ataques militares de Rusia contra posiciones ucranianas plantea un desafío práctico para lograr una paz sostenible: incluso mientras se negocia, las hostilidades no han cesado completamente, lo que complica la creación de confianza entre las partes.
Las posibilidades de que la guerra termine dependen de que se concilien varios elementos claves: un alto al fuego verificable, acuerdos sobre soberanía y control territorial, el despliegue de garantías de seguridad eficaces, y la participación activa de aliados internacionales dispuestos a respaldar políticamente y con recursos un arreglo de paz duradero.
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La reunión entre Trump y Zelenski representa un avance significativo en las conversaciones de paz y un esfuerzo diplomático que busca un desenlace negociado al conflicto. No obstante, la concreción de un acuerdo final aún enfrenta desafíos sustanciales en temas territoriales, en la voluntad real de las partes de comprometerse y en la capacidad de forjar un marco de seguridad que satisfaga a Ucrania, Rusia y a sus aliados internacionales.