La deforestación en la Amazonía colombiana mantuvo una tendencia a la baja en 2025, con una reducción acumulada del 25% entre enero y septiembre frente al mismo periodo del año anterior, según el más reciente boletín del Ideam
La deforestación en la Amazonía colombiana mantuvo una tendencia a la baja en 2025, con una reducción acumulada del 25% entre enero y septiembre frente al mismo periodo del año anterior, según el más reciente boletín del Ideam

En la Amazonía colombiana se registró una reducción del 25% en la deforestación estimada acumulada entre enero y septiembre de 2025, en comparación con el mismo periodo de 2024, de acuerdo con el Boletín Trimestral de Detección Temprana de Deforestación del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam).
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Durante los tres primeros trimestres de 2025 se estimaron 36.280 hectáreas deforestadas, frente a las cerca de 48.500 hectáreas registradas en el mismo periodo del año anterior. Esto confirma una tendencia sostenida a la reducción de la deforestación en el bioma amazónico.
Cuatro departamentos concentraron el 98% de la deforestación estimada en la Amazonía colombiana durante 2025: Meta y Caquetá, con el 31% cada uno; Guaviare, con el 24%, y Putumayo, con el 12%, lo que evidencia una alta concentración territorial del fenómeno.
El boletín destaca que las mayores reducciones acumuladas se registraron en Meta (–6.750 hectáreas), Caquetá (–4.734 hectáreas) y Guaviare (–1.499 hectáreas). En contraste, Putumayo presentó un aumento neto de la deforestación estimada de +1.569 hectáreas, lo que refuerza la necesidad de acciones diferenciadas y focalizadas, en coherencia con el Plan Integral de Contención de la Deforestación.
De hecho, el Gobierno Nacional ha fortalecido las acciones de restauración ecológica, la vinculación de gestores ambientales y extensionistas, la implementación de acuerdos voluntarios de conservación, el impulso a cadenas productivas sostenibles y al manejo forestal sostenible, así como el acompañamiento a 5.562 familias beneficiarias de los incentivos económicos del programa Conservar Paga.
El monitoreo evidencia que persisten las principales presiones que históricamente han impulsado este fenómeno, asociadas a procesos de praderización para el acaparamiento de tierras, la ganadería extensiva no sostenible y la expansión de infraestructura de transporte no planificada.
En el departamento de Putumayo, estas dinámicas se articulan además con la expansión de cultivos de uso ilícito, mientras que, en menor medida, se registran afectaciones relacionadas con tala ilegal y minería ilícita.
De manera excepcional, se identificaron causas naturales, como remociones en masa asociadas a lluvias extremas, en sectores del Parque Nacional Natural Serranía de Chiribiquete y en el Resguardo Andoke de Aduche.
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El Gobierno hizo un llamado a la corresponsabilidad de la ciudadanía y las entidades territoriales para fortalecer la justicia ambiental, evitar quemas a cielo abierto, talas indiscriminadas y cambios no autorizados de cobertura vegetal, y avanzar en la protección y restauración de los bosques del país, de la mano de las comunidades que habitan y cuidan el territorio.