En Sri Lanka, donde las condiciones meteorológicas han comenzado a mejorar, el Gobierno lanzó un llamado urgente a la comunidad internacional.
En Sri Lanka, donde las condiciones meteorológicas han comenzado a mejorar, el Gobierno lanzó un llamado urgente a la comunidad internacional.

Las lluvias torrenciales que golpearon la semana pasada a Sri Lanka, varias regiones de la isla indonesia de Sumatra, el sur de Tailandia y el norte de Malasia han dejado un saldo devastador. El balance de víctimas por las inundaciones superó este martes (02-12-2025) las 1.200 muertes, según informes oficiales difundidos por los gobiernos afectados.
Sumatra, epicentro de la emergencia
En Indonesia, la situación es especialmente crítica en la isla de Sumatra, donde la agencia nacional de gestión de catástrofes elevó a 631 el número de fallecidos y a 472 los desaparecidos. Aunque el nivel del agua ha comenzado a descender, la destrucción es masiva y cientos de miles de personas permanecen en refugios temporales, enfrentándose a una grave escasez de alimentos y agua potable.
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En la región de Aceh, una de las más golpeadas, los habitantes con recursos han optado por acumular provisiones ante el temor de un desabastecimiento generalizado.
“El agua me llegaba hasta el cuello”, relató entre lágrimas Misbahul Munir, de 28 años, residente del norte de Aceh. “Solo me queda la ropa que llevo puesta”. En los centros de acogida, informó, las condiciones son “preocupantes”, especialmente para mujeres embarazadas y niños.
Ante la magnitud del desastre, el Gobierno indonesio anunció el envío de 34.000 toneladas de arroz y 6,8 millones de litros de aceite de cocina a Aceh y a las provincias de Sumatra del Norte y Sumatra Occidental. Varias organizaciones humanitarias confirmaron que trabajan a contrarreloj para garantizar el suministro de productos esenciales.
En Sri Lanka, donde las condiciones meteorológicas han comenzado a mejorar, el Gobierno lanzó un llamado urgente a la comunidad internacional. Helicópteros militares han sido desplegados para rescatar a comunidades aisladas por inundaciones y deslizamientos de tierra. El último balance oficial habla de al menos 410 muertos y 336 desaparecidos.
Con las lluvias cesando este lunes en Colombo, las autoridades esperan un descenso paulatino del nivel del agua. Sin embargo, aún se evalúa el impacto en las zonas montañosas del centro del país, las más afectadas.
El presidente Anura Kumara Dissanayake declaró el estado de emergencia y calificó el episodio como “el mayor y más difícil desastre natural” en la historia moderna de Sri Lanka. Las autoridades comparan la magnitud de los daños solo con el tsunami del océano Índico de 2004, que dejó unas 31.000 víctimas mortales y más de un millón de desplazados.
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En Tailandia, las inundaciones han dejado 176 muertos, convirtiéndose en uno de los fenómenos climáticos más letales de la última década en el país. Aunque el Gobierno ha desplegado recursos de emergencia, varios sectores de la población han criticado la respuesta oficial, y dos funcionarios fueron suspendidos por su gestión deficiente.
En Malasia, las autoridades confirmaron dos fallecimientos en el estado de Perlis, también afectado por las crecidas.
Un monzón cada vez más extremo
Amplias zonas de Asia atraviesan la fase más intensa de la temporada monzónica, que habitualmente provoca lluvias torrenciales, corrimientos de tierra e inundaciones. Expertos climatológicos advierten que el cambio climático está amplificando la severidad de estos episodios, debido a que una atmósfera más cálida tiene mayor capacidad para retener humedad.