martes, 21 de octubre de 2025

Cancillería entregó balance de la reunión del presidente Petro y Jhon McNamara

La Cancillería subrayó que el encuentro con McNamara “marca un paso importante hacia la normalización del diálogo bilateral”.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia emitió un comunicado oficial tras el encuentro entre el presidente Gustavo Petro y el encargado de negocios de la Embajada de Estados Unidos en Colombia, John McNamara, en el que se abordaron los recientes roces diplomáticos y temas clave de la agenda bilateral.

De acuerdo con la Cancillería, la reunión —descrita como “larga, franca y constructiva”— tuvo como principal propósito subsanar el impase actual en las relaciones entre ambos países y reafirmar los compromisos conjuntos en materia de cooperación internacional.

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Un encuentro para “reencauzar la relación”

Durante el diálogo, el mandatario colombiano reiteró el compromiso del Gobierno Nacional con la ampliación y fortalecimiento del programa de sustitución de cultivos ilícitos, pilar de su política de paz total. Según la Cancillería, Petro insistió en la necesidad de que Estados Unidos base sus análisis en cifras actualizadas y metodológicamente precisas, señalando errores detectados por Naciones Unidas en las mediciones sobre el potencial de producción de cocaína por hectárea de hoja de coca.

El Presidente Gustavo Petro Urrego ratificó el compromiso del Gobierno Nacional con la sustitución de cultivos ilícitos y destacó la importancia que este programa tiene para las comunidades rurales y la estabilidad del país”, puntualizó el comunicado.

El jefe de Estado también cuestionó los informes internacionales que, según él, “sobreestiman” el crecimiento de los cultivos ilícitos, debido a una metodología que suma la producción total de hoja de coca en distintas fases sin distinguir los periodos de medición.

La visión de la embajada y el llamado al diálogo

Por su parte, el embajador colombiano en Washington, Daniel García-Peña, calificó el encuentro como “constructivo”, señalando que sirvió para aclarar el enfoque del Gobierno Petro frente a la lucha antidrogas y la cooperación bilateral.

Fue una reunión en la que se logró explicar la estrategia del Gobierno colombiano contra el narcotráfico y reafirmar la importancia de mantener una cooperación sólida y respetuosa entre ambos países”, dijo García-Peña en declaraciones a Blu Radio.

El diplomático también confirmó que McNamara transmitió al presidente Petro las preocupaciones del Gobierno estadounidense sobre algunos de sus pronunciamientos recientes, lo que llevó a ambas partes a coincidir en la necesidad de “desescalar el enfrentamiento verbal” y mantener abiertos los canales diplomáticos.

En relación con los rumores sobre una posible subida de aranceles por parte de Estados Unidos, García-Peña aclaró que McNamara fue enfático en señalar que cualquier decisión en esa materia “corresponde exclusivamente al presidente Donald Trump” y que no existe ninguna indicación oficial al respecto.

Discrepancias en las cifras del narcotráfico

La Cancillería respaldó sus argumentos con cifras suministradas por el Ministerio de Defensa, según las cuales los cultivos de coca han mostrado una desaceleración sostenida desde 2021. El crecimiento, que ese año fue del 43 %, se redujo al 13 % en 2022, al 9,8 % en 2023 y a solo el 3 % en 2024.

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En cuanto a las incautaciones de cocaína, el informe reveló que estas aumentaron un 32 % en 2021, cayeron un 1 % en 2022, volvieron a crecer un 13 % en 2023 y un 19 % en 2024, cifras que, según el Gobierno, evidencian un “mejor desempeño operativo” frente al narcotráfico.

No obstante, las estadísticas oficiales contrastan con lo expresado por la directora de Política de Drogas del Ministerio de Justicia, Marcela Tovar, quien durante un consejo de ministros celebrado el 29 de septiembre sostuvo que “la guerra contra las drogas no ha traído ni paz ni justicia, sino muerte y desigualdad”.

Tovar también señaló que la aparente expansión de los cultivos ilícitos se explica, en parte, por un desfase metodológico en la actualización de datos, especialmente en regiones como el Pacífico, donde no se habían renovado los registros desde 2019. “Concentrar esa actualización en un solo año elevó el indicador de 2023 sin que el incremento correspondiera exclusivamente al periodo 2022-2023”, explicó.

Según estimaciones de Naciones Unidas, el área sembrada con hoja de coca en Colombia para 2024 alcanzó las 261.000 hectáreas, aunque el Gobierno sostiene que esa cifra no refleja necesariamente un aumento sostenido, sino un ajuste técnico producto de la actualización de mediciones.

Contexto internacional y perspectivas

El monitoreo de cultivos ilícitos en Colombia ha sido históricamente liderado por tres actores: Estados Unidos, la Policía Nacional y Naciones Unidas, a través del Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (Simci). Washington, sin embargo, suspendió temporalmente sus mediciones directas hace un par de años.

De acuerdo con el Gobierno colombiano, los datos revisados muestran que el incremento real en la producción de hoja de coca se dio principalmente en 2022, cuando el potencial de producción pasó de 6,3 % a 7,9 %.

En cuanto al potencial de producción de cocaína, Naciones Unidas estimó para 2023 un total de 2.664 toneladas, aunque el Ministerio de Justicia considera que, si las mediciones se realizaran de manera anual y no acumulada, el salto significativo se habría dado entre 2021 y 2022, pasando de 1.587 a 2.247 toneladas.

Un intento por estabilizar la relación

El Gobierno colombiano busca, con estos acercamientos diplomáticos, recomponer el clima con Washington, afectado en las últimas semanas por declaraciones cruzadas y divergencias sobre la política antidrogas.

La Cancillería subrayó que el encuentro con McNamara “marca un paso importante hacia la normalización del diálogo bilateral” y reiteró que Colombia mantendrá su compromiso con una política antidrogas “centrada en la sustitución voluntaria, el desarrollo rural y la protección de la vida”.

«El objetivo de nuestra política no es solo reducir hectáreas de coca, sino transformar territorios y ofrecer alternativas reales a las comunidades campesinas”, concluyó el Ministerio de Relaciones Exteriores en su comunicado.

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