Según fuentes del Ministerio de Relaciones Exteriores, la reunión en Bogotá se centró en la necesidad de retomar canales formales de comunicación.
Según fuentes del Ministerio de Relaciones Exteriores, la reunión en Bogotá se centró en la necesidad de retomar canales formales de comunicación.

En un intento por rebajar las tensiones diplomáticas surgidas entre los presidentes Gustavo Petro y Donald Trump, altos funcionarios de Colombia y Estados Unidos sostuvieron este jueves (23-10-2025) una reunión de carácter urgente en Bogotá.
El encuentro, encabezado por la canciller Rosa Villavicencio, el embajador de Colombia en Washington, Daniel García-Peña, y el encargado de negocios estadounidense en Bogotá, John McNamara, tuvo como objetivo abrir un canal de diálogo que permita contener la crisis generada tras los recientes intercambios verbales entre ambos mandatarios.
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La relación bilateral entró en un punto de fricción luego de que, el pasado fin de semana, Donald Trump acusara públicamente a Gustavo Petro de ser “un líder del narcotráfico”, desatando una ola de reacciones políticas en Colombia.
En respuesta, Petro llamó a consultas al embajador García-Peña y denunció un intento de “violación de la soberanía nacional” por parte del gobierno estadounidense.
Como consecuencia, Trump anunció un paquete preliminar de medidas económicas contra Colombia, que incluiría la imposición de aranceles a productos colombianos exportados hacia Estados Unidos y la suspensión de ayudas financieras destinadas a programas de seguridad y lucha antidrogas.
A la par, la Casa Blanca endureció su discurso. En una rueda de prensa ofrecida el martes, Trump volvió a referirse al presidente colombiano como “un matón” y cuestionó los resultados de su política antidrogas, destacando en contraste la cooperación de México en la lucha contra los carteles.
Desde Washington, funcionarios cercanos a la Oficina Oval calificaron el tono de Petro como “escalado e irracional”, afirmando que el mandatario colombiano “ha perdido el control del discurso diplomático”.
En Bogotá, el presidente Petro respondió señalando que su gobierno mantiene un compromiso firme con la lucha contra el narcotráfico, aunque con un enfoque “humanista y soberano”. Además, cuestionó las operaciones de la flota naval estadounidense en el Caribe y el Pacífico, acusándola de incurrir en “ejecuciones extrajudiciales” durante acciones contra embarcaciones presuntamente vinculadas al tráfico de drogas.
«Sea que los lancheros sean culpables o no de llevar cocaína, en ambos casos hay un uso desproporcionado de la fuerza que es castigado por el derecho internacional”, expresó Petro en su más reciente declaración pública.
El mandatario también anunció que evaluará acciones legales internacionales contra Trump y manifestó su disposición a un diálogo directo con el presidente estadounidense:
«Los gobiernos donde se produce y se consumen drogas deben ser capaces de construir estrategias comunes”, aseguró.
Según fuentes del Ministerio de Relaciones Exteriores, la reunión en Bogotá se centró en la necesidad de retomar canales formales de comunicación y restablecer la confianza entre ambos gobiernos.
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El encargado de negocios John McNamara propuso presentar a la administración Trump un informe actualizado sobre los avances de Colombia en materia de erradicación y sustitución de cultivos ilícitos, alegando discrepancias con los datos utilizados por Estados Unidos para descertificar al país en la lucha antidrogas.
Por su parte, la canciller Villavicencio y el embajador García-Peña plantearon la reactivación de mecanismos bilaterales de cooperación, como el Diálogo de Alto Nivel (DAN) y el Grupo de Trabajo Antinarcóticos (GTA), suspendidos desde comienzos de año.
Durante la reunión también se acordó que García-Peña regresará a Washington en los próximos días, tras su llamado a consultas, con el fin de restablecer un canal diplomático directo con la Casa Blanca y contribuir a reducir la tensión política.
El ambiente entre Bogotá y Washington sigue siendo incierto. Fuentes diplomáticas confirmaron que el gobierno colombiano teme una posible implementación inmediata de sanciones económicas y la suspensión temporal de acuerdos de cooperación.
Sin embargo, el Ejecutivo colombiano confía en que la vía diplomática permita evitar un deterioro mayor en la relación, clave para la seguridad regional y la agenda comercial.
El presidente Petro, por su parte, mantiene la expectativa de coincidir con Trump en la próxima COP30, que se celebrará en Brasil en noviembre, donde buscaría plantearle directamente sus propuestas conjuntas sobre cambio climático y nuevas políticas frente a las drogas.
La Cancillería confirmó que, por el momento, no se prevén nuevos pronunciamientos oficiales, aunque ambos países se comprometieron a mantener “abiertos los canales diplomáticos” para prevenir una ruptura de relaciones.
Canciller @ryvillavicencio reitera el compromiso de continuar armonizando las relaciones entre Colombia y Estados Unidos👇https://t.co/08ejZjrYkJ pic.twitter.com/QsTk6TKOS2
— Cancillería Colombia (@CancilleriaCol) October 23, 2025