El caso del joven trans Daniel Montaño Aranda, volvió a levantar las alarmas sobre el matoneo en centros educativos, en particular contra las personas de la población LGBTIQ+. La comunidad trans a nivel nacional se movilizó exigiendo cambios reales en el sistema educativo.
El caso del joven trans Daniel Montaño Aranda, volvió a levantar las alarmas sobre el matoneo en centros educativos, en particular contra las personas de la población LGBTIQ+. La comunidad trans a nivel nacional se movilizó exigiendo cambios reales en el sistema educativo.
La sentencia T-478 de 2015, fue emitida por la Corte Constitucional a raíz del caso de Sergio Urrego, quien se suicidó luego de ser objeto de homofobia por compañeros y personal docente del colegio donde estudiaba.
A pesar de dicha sentencia, que buscaba un cambio real en el respeto de los derechos de las personas de la comunidad LGBTIQ+; se siguen presentando múltiples casos de matoneo en centros educativos. Daniel Montaño Aranda, estudiante de décimo grado de la Institución Educativa Francisco Antonio de Ulloa de Popayán, es uno de esos tantos casos; que en esta ocasión terminó de manera trágica.
Daniel, al parecer se quitó la vida el pasado 16 de julio con un arma de fuego dentro de la institución educativa. Los hechos son materia de investigación por parte de las autoridades. Pero hay indicios que si haya sido un suicidio causado por el matoneo recibido.
Luego de lo ocurrido con Daniel en Popayán, distintos grupos de la comunidad trans a nivel nacional se movilizaron en varias ciudades del país, el pasado 22 de julio.
Medellín, Barranquilla, Popayán y Bogotá fueron algunos de los lugares donde por medio de manifestaciones pacíficas, la población trans recordó la histórica sentencia de la Corte y la necesidad de su acatamiento por parte de las instituciones educativas.
Por tal razón, en Bogotá se concentraron en el Ministerio de Educación. Frente al ente público, realizaron una velatón como homenaje a este joven trans. Además que algunos viceministros se acercaron a quienes manifestaban para oír sus exigencias.
Colombia es un país, donde las violencias basadas en género ocurren de manera cotidiana. A pesar que se han hecho avances en sentencias como la generada tras la trágica muerte de Sergio Urrego, y la existencia de un Ministerio de la Igualdad. Aún hay sectores de la sociedad que mantienen sus posiciones de discriminación y violencia algunas veces relacionadas con sus creencias religiosas.
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