Dina Boluarte, una abogada de 63 años natural de Apurímac, deja el cargo sin haber logrado consolidar un proyecto propio.
Dina Boluarte, una abogada de 63 años natural de Apurímac, deja el cargo sin haber logrado consolidar un proyecto propio.
El Congreso de Perú destituyó este jueves por la noche, en una sesión de trámite acelerado, a la presidenta Dina Boluarte, al declarar su “permanente incapacidad moral” para continuar en el cargo. La decisión se produjo tras la acumulación de cuatro mociones de vacancia impulsadas por distintas bancadas del Legislativo, en medio del descontento social por el aumento de la inseguridad y el avance del crimen organizado.
La votación registró 122 votos a favor de un total de 130, una mayoría contundente frente a los 87 requeridos para aprobar la medida. La mandataria no acudió al hemiciclo para ejercer su defensa, lo que fue interpretado por los congresistas como una señal de aislamiento político y desgaste.
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Con su destitución, el presidente del Congreso, José Jerí, un legislador de tendencia derechista, asumió de inmediato como presidente interino del país, mientras se convoca a elecciones generales anticipadas para 2026.
Boluarte, la primera mujer en ocupar la Presidencia del Perú, cierra un ciclo de casi tres años en el poder, tras haber asumido el cargo en diciembre de 2022 luego de la destitución y detención del entonces mandatario Pedro Castillo, quien intentó disolver el Congreso. En ese momento, Boluarte —su vicepresidenta— fue considerada una figura de transición, aunque rápidamente perdió apoyo tanto de la ciudadanía como de los partidos que inicialmente la respaldaron.
Su gobierno sobrevivió durante meses gracias a alianzas con las bancadas conservadoras, entre ellas Fuerza Popular, liderada por Keiko Fujimori, que esta vez votó en bloque a favor de su salida.
En sus últimos meses, la presidenta enfrentó una crisis política y social marcada por la violencia del crimen organizado, los cuestionamientos por presunta corrupción y una popularidad en mínimos históricos, que llegó a solo 3 % de aprobación, la más baja entre los mandatarios latinoamericanos.
El ataque armado contra el grupo musical Agua Marina, ocurrido el domingo pasado durante un concierto en Lima, fue el hecho que precipitó su caída. Cuatro integrantes de la agrupación y un comerciante resultaron heridos cuando hombres armados abrieron fuego en un local del Ejército del Perú, lo que provocó un repudio generalizado y la percepción de una falta de control del Gobierno sobre la ola de criminalidad.
El suceso encendió las redes sociales y derivó en una presión política inmediata. Los congresistas señalaron a Boluarte como “incapaz de garantizar la seguridad ciudadana”, argumento central de las mociones de vacancia.
Durante su gestión, Boluarte enfrentó múltiples investigaciones fiscales, entre ellas por la violenta represión de las protestas de 2022 y 2023 —que dejaron más de 50 muertos—, por presunto enriquecimiento ilícito en el caso ‘Rolexgate’, al ser vista con joyas de lujo no declaradas, y por cirugías estéticas ocultas que habrían implicado abandono de funciones.
También fue señalada por presuntas reuniones irregulares con la entonces fiscal general Patricia Benavides, destituida posteriormente por liderar una red de corrupción dentro del Ministerio Público.
Aunque el Tribunal Constitucional había ordenado en agosto suspender las investigaciones mientras ejerciera el cargo, la destitución abre la puerta a que la Fiscalía reanude los procesos y eventualmente presente acusaciones formales.
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Con la salida de Boluarte, Perú suma seis presidentes destituidos o forzados a renunciar en los últimos siete años, confirmando la profunda crisis institucional que atraviesa el país desde 2016. Antes de ella cayeron Pedro Pablo Kuczynski (2018), Martín Vizcarra (2020) y Pedro Castillo (2022), todos por la figura de “incapacidad moral”.
El nuevo presidente interino, José Jerí, deberá ahora convocar elecciones generales en un plazo aún por definir, mientras enfrenta un país dividido, golpeado por la inseguridad y el descrédito político.
Boluarte, una abogada de 63 años natural de Apurímac, deja el cargo sin haber logrado consolidar un proyecto propio, sin bancada parlamentaria y bajo la sombra de los cuestionamientos judiciales que marcaron su presidencia.
«El Perú atraviesa nuevamente una transición incierta. La ciudadanía exige seguridad, justicia y estabilidad, mientras el Congreso asume el reto de devolver la confianza en las instituciones», señaló un analista político tras conocerse la votación.
Peru's lawmakers swore in Congress chief Jose Jeri as the country's new president less than an hour after unanimously voting to remove President Dina Boluarte https://t.co/NEE2iKSuc9 pic.twitter.com/2lNc1YB4QC
— Reuters (@Reuters) October 10, 2025