Aunque se han presentado fuertes lluvias sobre la capital y sus alrededores, el promedio de precipitaciones está lejos del 50% histórico.
Aunque se han presentado fuertes lluvias sobre la capital y sus alrededores, el promedio de precipitaciones está lejos del 50% histórico.
El director de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), Alfred Ignacio Ballesteros, ha explicado la importancia de mantener las medidas de racionamiento de agua, pese a las recientes precipitaciones en Bogotá y sus alrededores. Aunque se han registrado lluvias fuertes en la región, los embalses no han recuperado niveles significativos, lo que hace imprescindible continuar con el ahorro del recurso hídrico tanto en los hogares como en la industria.
Ballesteros destacó que la extracción de agua es una actividad diaria, y los embalses no se llenan de forma inmediata. Algunos de estos sistemas requieren de tres o cuatro temporadas de lluvias continuas para recuperar su capacidad de manera gradual. Esto significa que, aunque llueva en ciertos momentos, el impacto positivo en los embalses puede ser limitado, especialmente si las lluvias no son consistentes y no caen en las zonas de recarga hídrica.
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A pesar de las lluvias registradas en los últimos días, estas no han representado un aporte significativo al nivel de los embalses en el centro del país. Incluso, las crecientes súbitas en algunas fuentes hídricas que alimentan la cuenca del río Bogotá no han superado el 1% de variación en los niveles de agua, lo que sigue siendo insuficiente para mejorar la situación de abastecimiento.
El funcionario subrayó que, en comparación con octubre de 2023, el nivel de lluvias en el mismo mes de este año ha sido un 50% menor, lo que agrava la situación hídrica. A pesar de los aguaceros recientes en la región Andina, los volúmenes de lluvia no han alcanzado ni siquiera el promedio histórico para esta época del año, lo que impide una recuperación efectiva de los embalses.
Ballesteros también señaló la importancia de que las precipitaciones se concentren en las zonas de recarga hídrica y en las microcuencas que abastecen las fuentes y ríos que alimentan los embalses. Sin esta condición, el agua que se extrae diariamente de los embalses seguirá siendo superior a la que entra, lo que impide el aumento de sus niveles.
El director enfatizó la urgencia de continuar con las medidas de ahorro y uso eficiente del agua. Mientras las lluvias no sean suficientes en las zonas clave, será imposible ver mejoras significativas en los niveles de los embalses. Esto requiere un esfuerzo colectivo para reducir el consumo innecesario del recurso y optimizar su gestión.
Además de la gestión técnica del agua, la CAR intensificará las campañas de sensibilización y educación entre los usuarios del recurso hídrico. Es vital que tanto la población general como los sectores industriales tomen conciencia de la gravedad de la situación y adopten prácticas más sostenibles en el uso del agua.
Ballesteros también mencionó que la entidad seguirá participando en espacios académicos y científicos, como la COP16, para abordar la problemática del agua desde una perspectiva integral y fomentar soluciones a largo plazo. Esto incluye la promoción de políticas públicas que garanticen la sostenibilidad de los recursos hídricos en Colombia.
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La participación en eventos como la COP16 permite a la CAR compartir experiencias y estrategias con otros países y regiones que enfrentan retos similares. Este tipo de intercambio es clave para mejorar la gestión del agua y desarrollar nuevas soluciones basadas en la cooperación internacional y el conocimiento científico.
Mientras no se presenten lluvias suficientes en las zonas de recarga hídrica y los niveles de los embalses no mejoren, será necesario mantener las medidas de racionamiento. La combinación de gestión técnica, concienciación ciudadana y colaboración internacional es fundamental para afrontar la crisis hídrica que afecta a Bogotá y sus alrededores.