España prohibirá las escalas en sus puertos de barcos que transporten combustibles para las Fuerzas Armadas israelíes.
España prohibirá las escalas en sus puertos de barcos que transporten combustibles para las Fuerzas Armadas israelíes.
El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, anunció este lunes un paquete de nueve medidas con las que su Ejecutivo busca intensificar la presión diplomática y política sobre Israel, al que acusa de llevar a cabo un “genocidio” contra la población palestina en la Franja de Gaza.
En una comparecencia en el Palacio de la Moncloa, Sánchez afirmó que el Ejecutivo socialista ha decidido “dar un paso más” en la respuesta a la ofensiva israelí, una de las más prolongadas y devastadoras en la región en las últimas décadas. “Sabemos que estas medidas no serán suficientes para detener la invasión ni los crímenes de guerra, pero confiamos en que sirvan para aumentar la presión sobre el primer ministro Benjamín Netanyahu y su Gobierno, y así aliviar en parte el sufrimiento que está soportando el pueblo palestino”, declaró.
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Entre las medidas anunciadas destaca la consolidación legal del embargo de armas a Israel, que hasta ahora se aplicaba de facto desde octubre de 2023. El Gobierno aprobará de urgencia un real decreto ley que prohíba de manera permanente la compraventa de armamento, municiones y equipos militares con destino a Israel.
Además, España prohibirá las escalas en sus puertos de barcos que transporten combustibles para las Fuerzas Armadas israelíes y denegará el uso del espacio aéreo a aeronaves que trasladen material de defensa al país.
Otras medidas contemplan el veto de entrada en territorio español a individuos que participen “de forma directa” en el presunto genocidio, la prohibición de importación de productos procedentes de asentamientos ilegales en Gaza y Cisjordania, así como la restricción de los servicios consulares españoles a personas residentes en esas áreas ocupadas.
El Ejecutivo también se comprometió a incrementar la ayuda económica y humanitaria destinada a la Autoridad Palestina y a la agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), en un intento de reforzar la asistencia internacional a una población afectada por la crisis humanitaria.
Sánchez empleó un tono particularmente duro en su intervención. “Esto no es defenderse ni atacar, es exterminar a un pueblo indefenso, es quebrantar todas las leyes del Derecho humanitario”, sostuvo, subrayando que la ofensiva israelí ha destruido hospitales, escuelas, universidades, mezquitas y barrios enteros a lo largo de la Franja.
La guerra en Gaza se prolonga desde los ataques perpetrados por Hamás el 7 de octubre de 2023, que dejaron centenares de muertos en Israel. La ofensiva de represalia, justificada por el Gobierno de Netanyahu como un acto de defensa nacional, ha derivado en una escalada militar que organismos internacionales califican de “genocidio”, aunque Israel y países aliados como Alemania rechazan categóricamente esa acusación.
En paralelo, en agosto de 2025 el Gobierno israelí aprobó un nuevo plan de colonización en Cisjordania ocupada, lo que ha incrementado los choques entre colonos y palestinos, así como con las fuerzas israelíes. España y otros 20 países han expresado su rechazo a esa medida, calificándola de “inaceptable”.
Las medidas anunciadas por el Ejecutivo español se producen en un contexto de creciente tensión diplomática con Israel. Las relaciones bilaterales se deterioraron significativamente en mayo de 2024, cuando España, junto con Irlanda y Noruega, reconoció oficialmente al Estado de Palestina. Desde entonces, Israel mantiene vacante su representación diplomática en Madrid.
La reacción de Tel Aviv no se hizo esperar. El ministro israelí de Exteriores, Gideon Saar, acusó al Gobierno español de impulsar “una campaña antiisraelí y antisemita” con el fin de desviar la atención de presuntos casos de corrupción. En represalia, el Ejecutivo israelí anunció la prohibición de entrada en su territorio a dos miembros del gabinete español: la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, de origen palestino.
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El Ministerio de Exteriores español respondió de inmediato con un comunicado en el que rechazó “tajantemente las falsas y calumniosas acusaciones de antisemitismo” y consideró “inaceptable” la decisión israelí de vetar a dos de sus ministras.
La política exterior del Gobierno de Sánchez ha coincidido con un fuerte clima de movilización social en España. En los últimos meses, numerosas manifestaciones propalestinas han tenido lugar en varias ciudades del país. Incluso eventos deportivos, como la Vuelta ciclista a España, se han visto interrumpidos por protestas que exigían el fin de la ofensiva israelí y un mayor compromiso internacional con la causa palestina.
Con este nuevo paquete de medidas, España refuerza su papel como una de las voces más críticas dentro de la Unión Europea frente a la actuación israelí en Gaza, aunque la decisión podría acentuar la confrontación diplomática con Tel Aviv en los próximos meses.
España está y estará en el lado correcto de la historia.
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) September 8, 2025
Damos un paso más y emprendemos nueve acciones adicionales para detener el genocidio en Gaza, perseguir a sus ejecutores y apoyar al pueblo palestino. pic.twitter.com/GIk8XoWWO6