Falleció César Santiago Álvarez, fundador de La Libélula Dorada

Desde su fundación hace más de 40 años, el Teatro La Libélula Dorada se ha destacado como un símbolo de creatividad y libertad en las artes escénicas. Liderado por César Santiago Álvarez Escobar y su hermano Iván Darío Álvarez, este espacio se convirtió en un referente cultural gracias a su enfoque en el teatro de títeres, acercando a generaciones de niñas, niños y adultos al mundo de la imaginación y las historias vibrantes.

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En un comunicado publicado el 7 de noviembre de 2024, el Teatro anunció con profunda tristeza el fallecimiento de su cofundador César Santiago Álvarez, describiéndolo como un titiritero, dramaturgo, pedagogo, amigo, esposo y padre extraordinario. El texto refleja tanto el dolor de la pérdida como el reconocimiento a su legado artístico y humano:

«Quienes tuvimos el privilegio de conocerlo sabemos que su luz y alegría seguirán iluminándonos, ahora desde otro lugar».

El legado del maestro Álvarez se consolida en su labor por establecer a La Libélula Dorada como un centro de formación artística y ética creativa. Su entrega apasionada permitió que este teatro nutriera la imaginación y fomentara la libertad de expresión, particularmente entre el público infantil, utilizando los títeres como una herramienta de exploración creativa y narrativa.

En honor a César, el Teatro ha organizado una celebración de vida en la que invitan a la comunidad a recordarlo con cantos, danzas y títeres, elementos que definieron su enfoque artístico. Esta iniciativa refleja su filosofía de vida, enfocada en el amor y la magia compartida con el mundo a través de sus obras.

Desde la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte de Bogotá expresaron sus condolencias a la familia, amigos y colegas del Teatro, resaltando que el trabajo y espíritu de César seguirán siendo una fuente de inspiración para las futuras generaciones. Su impacto en la cultura colombiana permanecerá vivo a través de las innumerables vidas que tocó con su arte. En el Teatro Delia Zapata Olivella también colocaron un mural en su memoria.

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En palabras de La Libélula Dorada, se destaca la esperanza de que su espíritu encuentre paz y que su recuerdo continúe iluminando a todos aquellos que fueron parte de su historia.