Al menos 47 muertos en Gaza tras ataques del Ejército israelí cerca de puntos de distribución de ayuda

Al menos 47 personas murieron este martes en la Franja de Gaza como resultado de disparos efectuados por el Ejército israelí en las inmediaciones de centros de distribución de ayuda humanitaria operados por la Fundación Humanitaria para Gaza (GHF, por sus siglas en inglés), según reportes médicos de distintos hospitales del enclave.

De acuerdo con fuentes hospitalarias, 19 de los fallecidos fueron trasladados al hospital Al Awda, en el área de Nuseirat, y otros siete al hospital Mártires de Al Aqsa, en Deir al Balah. Ambos centros están ubicados en el centro del enclave palestino, cerca del campamento de refugiados de Bureij, donde se encuentra uno de los puntos operados por GHF.

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En el sur de Gaza, el hospital de campo del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Rafah recibió a otros 19 fallecidos y un total de 149 personas heridas. “Hoy, el hospital de campo de 60 camas de la Cruz Roja en Rafah recibió un flujo de bajas en masa con 149 casos. Trágicamente, 16 fueron declarados muertos a su llegada y otros tres murieron por sus heridas poco después”, informó el CICR a través de su cuenta oficial en la red social X.

Adicionalmente, otras 10 personas murieron tras otro tiroteo registrado cerca del hospital Mártires de Al Aqsa, en un punto distinto donde civiles esperaban la llegada de camiones con ayuda humanitaria coordinada por Naciones Unidas.

El Ejército israelí ha reconocido en las últimas semanas haber utilizado fuego “disuasorio” en zonas cercanas a los centros de distribución gestionados por GHF, así como en carreteras donde se concentran habitantes gazatíes en espera de ayuda. No obstante, estos disparos han causado un creciente número de víctimas civiles.

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Según datos del Ministerio de Sanidad de Gaza, desde finales de mayo al menos 516 personas han muerto y unas 3.800 han resultado heridas en este tipo de incidentes relacionados con la distribución de asistencia humanitaria.

GHF, entidad respaldada por Israel y Estados Unidos, ha sido objeto de polémica por su papel en la entrega de ayuda en un contexto de creciente inseguridad, restricciones de acceso y señalamientos por parte de organizaciones humanitarias sobre las condiciones en las que se lleva a cabo la distribución.