La cuestionada fundación que gestiona la entrega de ayudas en la franja de Gaza, suspendió nuevamente la entrega de ayudas debido a recientes incidentes violentos.
La cuestionada fundación que gestiona la entrega de ayudas en la franja de Gaza, suspendió nuevamente la entrega de ayudas debido a recientes incidentes violentos.
La Fundación Humanitaria de Gaza (GHF, por sus siglas en inglés) anunció que no reabrirá sus centros de distribución de ayuda este jueves 5 de junio, prolongando así el cierre iniciado tras varios incidentes mortales ocurridos cerca de sus instalaciones.
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Según diversas fuentes, más de cien personas han perdido la vida intentando acceder a la ayuda humanitaria proporcionada por esta organización privada, respaldada por Estados Unidos e Israel.
En uno de los incidentes más graves, al menos 27 gazatíes fueron asesinados por tropas israelíes que abrieron fuego cerca de uno de los puntos de distribución de la GHF, según informó el Ministerio de Salud de Gaza.
La GHF ha sido objeto de críticas por parte de diversas organizaciones humanitarias internacionales, que cuestionan tanto sus métodos de operación como su transparencia y neutralidad en la distribución de la ayuda.
Recientemente, se conoció la renuncia de su director ejecutivo, Jake Wood, quien expresó su preocupación por la violación de los principios humanitarios por parte de la entidad.
Wood, exmarine estadounidense y cofundador de Team Rubicon, afirmó que no podía continuar en su cargo sin comprometer los principios de humanidad, neutralidad, imparcialidad e independencia que rigen la labor humanitaria.
Además, la GHF ha sido criticada por su estrecha colaboración con Israel, lo que ha llevado a algunos a considerar que la distribución de la ayuda se está utilizando como una herramienta de guerra, similar a las restricciones impuestas por Israel al acceso al agua en Gaza.
En paralelo a estos acontecimientos, Estados Unidos vetó por quinta vez desde octubre de 2023 una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que exigía un alto el fuego inmediato, la liberación de los rehenes y el acceso sin restricciones a la ayuda humanitaria en Gaza.
La embajadora interina de EE.UU. ante la ONU, Dorothy Shea, argumentó que el texto de la resolución no condenaba a Hamás ni exigía su desarme y retirada de Gaza, lo que, según ella, socavaba los esfuerzos diplomáticos y fortalecía al grupo islamista.
La GHF ha sido acusada de establecer centros de distribución que requieren que los gazatíes viajen largas distancias, lo que ha generado críticas por desplazar a los civiles y aumentar su vulnerabilidad en zonas de conflicto. Los centros de distribución de la GHF están asegurados por contratistas estadounidenses y cuentan con la presencia de tropas israelíes, lo que ha generado preocupaciones sobre la militarización de la ayuda humanitaria y la seguridad de los beneficiarios.
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La designación del pastor ultraconservador Johnnie Moore como nuevo presidente de la GHF ha generado controversia, ya que es partidario del plan de Donald Trump para rediseñar Gaza y favorecer la inmigración judía a Israel según profecías bíblicas, ha aumentado las críticas a la ya cuestionada fundación de la cual se conoce poca información. Recientemente su sitio Web fue inactivado y se desconocen las razones.