La suspensión de aportes a Colfuturo reabrió el debate sobre el acceso a posgrados en el exterior, el perfil de los beneficiarios, las universidades favorecidas y el destino de los recursos, en medio de críticas.
La suspensión de aportes a Colfuturo reabrió el debate sobre el acceso a posgrados en el exterior, el perfil de los beneficiarios, las universidades favorecidas y el destino de los recursos, en medio de críticas.

El Gobierno Nacional confirmó que no renovará el convenio con Colfuturo para financiar el Programa Crédito Beca a partir de 2026, lo que implica el cese de aportes estatales directos a una iniciativa que durante más de dos décadas permitió a miles de colombianos cursar estudios de posgrado en el exterior.
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Colfuturo, una fundación privada que cofinanciaba becas y créditos para estudios de maestría y doctorado fuera del país, detalló que la promoción 2025 será la última en recibir recursos públicos, tras la decisión del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de no renovar la cooperación con el Estado.
El presidente Gustavo Petro ha argumentado que esta decisión responde a una crítica al modelo de financiamiento vigente, señalando que el esquema de ayudas operado a través de Colfuturo ha beneficiado de forma desproporcionada a estudiantes de mayores ingresos.
En sus declaraciones públicas, Petro aseguró que solo el 1% de los recursos llegó a jóvenes de estrato 1, y que apenas 26% de los apoyos favoreció a estudiantes de estratos 1, 2 y 3, pese a que estos grupos representan cerca del 80% de la población joven del país, lo que, según el mandatario, evidencia una falla en la focalización social del programa.
En contraste, sectores académicos y políticos han resaltado que Colfuturo operaba en conjunto con el sector privado y el Estado para ampliar la formación de alto nivel, sin limitarse exclusivamente a estratos altos, y que el acceso a becas para estudios de posgrado en el exterior también está condicionado por otros factores como méritos académicos y requisitos de codeudores, lo cual puede influir en la distribución de beneficiarios.
El debate sobre la justicia social del programa ha puesto en evidencia diferentes interpretaciones sobre lo que constituye equidad en educación superior avanzada, donde unos consideran que los recursos estatales deben priorizar estratos bajos, y otros argumentan que la formación de capital humano altamente calificado tiene un propósito estratégico para el desarrollo del país independientemente de estratos sociales.
Durante la vigencia del convenio, Colfuturo y el Gobierno comprometieron cerca de 892 millones de dólares para consolidar el Programa Crédito Beca como uno de los más importantes en América Latina, beneficiando a cerca de 25.000 colombianos en universidades de alto prestigio mundial.
Las instituciones beneficiadas con estos apoyos incluyen universidades reconocidas internacionalmente, tanto en Estados Unidos como en Europa y otras regiones, permitiendo a profesionales colombianos acceder a formación académica avanzada en programas competitivos que de otra forma hubiesen sido inaccesibles sin financiamiento externo.
Tras el retiro de fondos, Colfuturo ha señalado que debe replantear su modelo de operación y buscar fuentes alternativas de financiación, lo que podría traducirse en reducciones en la escala del programa y en el número de beneficiarios en convocatorias futuras.
Por su parte, el Gobierno ha planteado que los recursos antes destinados a Colfuturo serán administrados directamente por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, con el objetivo de implementar un esquema propio de apoyos, presuntamente más alineado con las prioridades nacionales y con criterios de eficiencia y transparencia.
La decisión ha generado críticas de diversos sectores: algunos congresistas han denunciado que la eliminación de la intermediación técnica de Colfuturo podría abrir espacio a mayor discrecionalidad o politización de los recursos, al tiempo que beneficiarios actuales y aspirantes han expresado preocupación por la pérdida de un mecanismo consolidado de acceso a estudios de posgrado en el exterior.
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El retiro de fondos del Gobierno a Colfuturo ha reactivado un amplio debate sobre prioridades presupuestales, equidad social, educación superior avanzada y la manera más eficaz de promover la formación de talento humano especializado en Colombia, con repercusiones que se extenderán tanto en el ámbito académico como en la política pública educativa durante los próximos años.