¿Por qué tuvimos que huir?

Yuyeimi dejó atrás a su familia, amigos y la vida que conocía, sin saber si volvería a verlos alguna vez. Huir era la salida.

Yuyeimi tenía 29 años cuando decidió huir. Había sido activista política durante varios años y se había enfrentado abiertamente al régimen autoritario que gobernaba su país. Sus protestas pacíficas fueron reprimidas brutalmente por la policía y, como resultado, sus compañeros de lucha fueron arrestados y encarcelados varias veces; sufriendo tratos crueles e inhumanos.

Durante un tiempo Yuyeimi estuvo trabajando para las fuerzas militares, donde pudo evidenciar procedimientos poco ortodoxos en el área de la contratación pública y la ejecución de contratos etc. Todo esto mediante la producción de material de intendencia para las instituciones. Por casi año y medio, Yuyeimi tuvo que soportar el acoso y la intimidación constante por parte de sus superiores para aceptar de una u otra manera los actos de constante ilegalidad que se veían a la luz. Al no aceptar lo anterior, ella estaba siendo perseguida y su vida estaba en peligro. En un intento desesperado por salvar su vida, decidió huir de su país y buscar refugio en otro lugar.Fue una decisión difícil. Yuyeimi dejó atrás a su familia, amigos y la vida que conocía, sin saber si volvería a verlos alguna vez. Viajó sola y en secreto, utilizando rutas clandestinas y ocultándose de las autoridades en cada paso del camino.

En Colombia, Yuyeimi, como muchas colombianas han tenido que enfrentar varias dificultades en su vida cotidiana que las ha motivado a buscar oportunidades fuera del país. Aunque cada caso es único, hay algunas razones comunes por las cuales las mujeres colombianas deciden emigrar.

Una de las principales razones es la violencia y la inseguridad. Colombia ha sido históricamente un país afectado por el conflicto armado interno, lo que ha generado una alta tasa de violencia en diferentes regiones del país. Muchas mujeres se sienten inseguras y vulnerables ante la violencia sexual, la violencia doméstica, el acoso en la calle, lugares de estudio, trabajo o hasta en su mismo hogar.

La falta de oportunidades laborales y económicas también puede empujarlas a buscar un futuro mejor en otros lugares.

Otra razón importante es la discriminación de género y la desigualdad de oportunidades. A pesar de que la Constitución colombiana garantiza la igualdad entre hombres y mujeres, la realidad es que aún existen barreras culturales y estructurales que limitan las oportunidades de las mujeres. Muchas mujeres enfrentan discriminación en el lugar de trabajo y tienen menos acceso a la educación.

¡Ahora que estoy lejos puedo dormir en paz!

Policarpa

Columnista y activista de derechos humanos

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