La situación ha provocado tensión entre la comunidad drusa de los Altos del Golán, ocupados por Israel desde 1967.
miércoles, 16 de julio de 2025
La situación ha provocado tensión entre la comunidad drusa de los Altos del Golán, ocupados por Israel desde 1967.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) confirmaron este miércoles haber alcanzado la entrada del cuartel general militar del régimen sirio en Damasco, en un nuevo episodio de escalada militar en el sur de Siria. El ataque fue anunciado por el ejército israelí en un breve comunicado divulgado a través de su cuenta oficial en español en la red social X.
“El ejército está siguiendo de cerca las acciones del régimen contra la población civil drusa en el sur de Siria y permanece preparado para diversos escenarios, siguiendo las directrices del liderazgo político”, indicó el mensaje castrense.
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La televisión estatal siria, Al Ijbariya, también reportó “bombardeos israelíes en las inmediaciones del edificio del cuartel general del Estado Mayor, en la plaza de los Omeyas, en Damasco”, tras escucharse fuertes explosiones en la capital.
Los ataques se producen luego de que el ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, advirtiera que las ofensivas continuarían si las autoridades sirias no abandonaban la provincia de Sweida, de mayoría drusa. En un comunicado, Katz declaró que Israel “no abandonará a los drusos en Siria” y reiteró su política de “desmilitarización” en la zona fronteriza.
El Ministerio del Interior sirio confirmó bajas entre sus Fuerzas de Seguridad Interna y el Ejército, aunque no especificó cifras. Los bombardeos coinciden con el despliegue de fuerzas sirias en Sweida para contener enfrentamientos entre milicianos drusos y tribus beduinas sunitas, desatados el pasado domingo tras el secuestro de un comerciante druso.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), al menos 248 personas han muerto desde el inicio de los enfrentamientos, incluidos 28 civiles drusos, 21 de ellos ejecutados sumariamente por fuerzas del régimen. La ONG también denunció saqueos y otras violaciones cometidas por tropas gubernamentales.
Este miércoles, nuevos bombardeos israelíes sacudieron Sweida. La agencia oficial siria SANA reportó que un dron israelí atacó un vehículo militar en la localidad, causando explosiones y dejando varios civiles heridos. El OSDH indicó que el objetivo fue un vehículo del ejército sirio.
En días anteriores, Israel ya había atacado convoyes militares sirios que se dirigían a Sweida, en una clara advertencia contra la presencia militar del régimen en el sur del país.
La comunidad internacional expresó su alarma ante la creciente violencia. La Unión Europea pidió respeto por la soberanía siria y la protección de civiles, y solicitó la implementación inmediata del alto al fuego anunciado por las autoridades sirias. Francia se sumó al llamado, exigiendo el fin de los abusos contra civiles en Sweida.
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Por su parte, la presidencia siria anunció una investigación sobre los hechos violentos en Sweida y prometió sanciones contra los responsables.
La situación ha provocado tensión entre la comunidad drusa de los Altos del Golán, ocupados por Israel desde 1967. El ejército israelí informó que decenas de drusos de Majdal Shams cruzaron la frontera hacia Siria para ayudar a sus familiares. Este miércoles, las tropas israelíes utilizaron gases lacrimógenos para evitar nuevos intentos de cruce.
Las FDI calificaron los hechos como un “grave incidente” y aseguraron que están trabajando para repatriar a los ciudadanos israelíes involucrados. También advirtieron que estas acciones representan delitos penales y ponen en riesgo a civiles y soldados.
Líderes drusos en Israel convocaron una huelga en solidaridad con las víctimas de Sweida. Según estimaciones, unos 24.000 drusos viven en Israel, muchos de ellos con ciudadanía israelí y servicio activo en las fuerzas armadas. La comunidad drusa también tiene una importante presencia en Siria y Líbano.
Sweida, provincia ubicada en el sur de Siria, es considerada el principal bastión de esta minoría religiosa, derivada del islam chií, pero con una identidad esotérica única.