Con un «altar de muertos» y recordando esta tradición de los pueblos originarios, la Embajada de México y el Fondo de Cultura Económica conmemoraron el día de muertos, recordando a todas aquellas personas que se desmovilizaron de las guerrillas y han sido asesinadas.
El 1 de noviembre como marca la tradición principalmente mesoamericana, se conmemoróa el día de muertos. La Embajada de México en Colombia junto con el Fondo de Cultura Económica, realizaron un acto simbólico que vienen realizando en el pasado. En este conmemoran a esas personas que tras participar en procesos de paz en Colombia han sido asesinadas.
El acto fue liderado por la embajadora mexicana, Patricia Ruiz. El evento sirvió también para recordar todos los elementos históricos que unen a los pueblos de México y Colombia. En su discurso, Ruiz recordó que quienes habitaban lo que hoy es México y lo que hoy es Colombia ya tenían intercambios comerciales y culturales. Estos son palpables en las esmeraldas que adornan los trajes de los que fueran emperadores de los mexicas.
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Ruiz también destacó esa incesante búsqueda de paz que ha marcado la historia repúblicana de ambos países. Y la necesidad de cesar las guerras internas que han desangrado a estos dos países. Indicó además que Colombia debe volver los ojos hacia sus tradicionales ancestrales y darle el lugar que se merecen sus pueblos originarios.
En el espacio también habló, la directora del Centro de Memoria Histórica, María Valencia Gaitán, nieta de Jorge Eliécer Gaitán. Valencia destacó la necesidad de construir memoria para evitar la repetición. La fundadora de la organización Sin Olvido, Luz Marina Giraldo también intervino en un discurso muy emotivo. Giraldo habló de su historia como desmovilizada y como el sueño de la paz le costó la vida a su esposo.
Pero también como ese sueño sigue vivo en ella, que espera que su nieto algún día pueda vivir en una Colombia en paz. Recordó también que han sido miles las personas que creyeron en levantarse en armas, pero que también creyeron en desmovilizarse; y como la falta de garantías y la construcción de discursos guerreristas les han generado estigmas.
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El espacio estuvo ambientado en el Día de Muertos. Se podrían ver las catrinas y hubo el conocido «pan de muertos». Pero también en medio de los altares se pudieron visualizar las fotos de gran parte de las personas que o bien siguen desaparecidas o que murieron tras la desmovilización de sus grupos guerrilleros.
En el evento también participaron Rodrigo Granda por parte del partido Comunes, y representantes diplomáticos de El Salvador y Venezuela.
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