La vicepresidenta de Colombia, Francia Márquez Mina, se posiciona en la COP16 con una propuesta clara de inclusión y justicia ambiental que resalta la relevancia de los Pueblos Afrodescendientes en la conservación de la biodiversidad.
La vicepresidenta de Colombia, Francia Márquez Mina, se posiciona en la COP16 con una propuesta clara de inclusión y justicia ambiental que resalta la relevancia de los Pueblos Afrodescendientes en la conservación de la biodiversidad.
Durante la inauguración de esta cumbre en Cali, el 20 de octubre, Márquez enfatizó que la incorporación de estas comunidades en el Convenio de Diversidad Biológica (CDB) es fundamental no solo para reconocer sus derechos, sino también para fortalecer la conservación del medio ambiente y la justicia étnica.
Uno de los pilares de su propuesta es la creación de un fondo multidonante que permita a los Pueblos Afrodescendientes acceder a recursos financieros para proyectos de administración y conservación de sus territorios. Este fondo serviría para respaldar sus procesos autónomos y comunitarios, reforzando la conexión entre la biodiversidad y la cultura, y asegurando un enfoque de conservación que incluya el saber ancestral y la visión comunitaria de estos pueblos.
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La vicepresidenta también resaltó la importancia de visibilizar al Pacífico colombiano como una de las regiones más biodiversas del mundo, albergando el Chocó biogeográfico, una de las zonas con mayor riqueza natural y cultural del planeta. Este enfoque busca no solo preservar la biodiversidad, sino también destacar el papel de las comunidades en su conservación y la interdependencia entre la naturaleza y la cultura local.
Además, Márquez subrayó la importancia de Colombia en el contexto global de biodiversidad, destacando que el país cuenta con más de 1.400 especies de aves y 4.250 especies de orquídeas, además de 63 Parques Nacionales Naturales que abarcan millones de hectáreas de ecosistemas diversos. Esta riqueza natural convierte a Colombia en el segundo país más megadiverso del mundo, con una gran variedad de ecosistemas marinos y continentales, el 53% de su territorio cubierto por bosques, y un papel crucial en la regulación ecológica global.
En sus declaraciones, Márquez insistió en que la COP16 debe ser un espacio de visibilidad para las contribuciones de los Pueblos Afrodescendientes a la biodiversidad. Estos pueblos, mediante sus sistemas de organización y producción, han mantenido y restaurado el equilibrio ecológico en sus territorios. Según la vicepresidenta, reconocer estos conocimientos y su papel en la conservación es esencial para lograr una verdadera justicia ambiental.
Asimismo, Márquez puntualizó que los conocimientos ancestrales y la relación de los Pueblos Afrodescendientes con sus territorios son fundamentales para el éxito de las políticas de biodiversidad. Este conocimiento, transmitido de generación en generación, ha permitido a estas comunidades sostener sus recursos y conservar la biodiversidad de una manera que respeta los ciclos naturales y las prácticas sustentables.
En la misma línea, destacó la necesidad de reconocer el Pacífico colombiano no solo como un pulmón verde, sino como un espacio de riqueza cultural y biológica que sostiene tanto la biodiversidad como las prácticas y tradiciones de las comunidades locales. Este reconocimiento es parte del esfuerzo por establecer una convergencia regional que valore la bioculturalidad del Pacífico y su papel en el equilibrio ecológico global.
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En términos de sostenibilidad, la vicepresidenta enfatizó que los recursos naturales del Pacífico no solo benefician a las comunidades locales, sino que tienen un impacto significativo a nivel global. Por ello, abogó por políticas que protejan estos recursos para las generaciones futuras, combinando la conservación ambiental con el desarrollo y el bienestar social de las comunidades afrodescendientes.
La inclusión de los Pueblos Afrodescendientes en la CDB también representa un avance en la lucha por la igualdad de derechos, ya que estas comunidades han sido históricamente marginadas en la toma de decisiones ambientales. Para Márquez, reconocer y apoyar su papel en la conservación es un paso necesario hacia una verdadera justicia social y ambiental.
Al concluir, la vicepresidenta afirmó que este esfuerzo de inclusión no solo beneficia a los Pueblos Afrodescendientes, sino también a la humanidad en su conjunto, ya que promueve un modelo de desarrollo sostenible que respeta tanto la naturaleza como la diversidad cultural. Esta propuesta refleja la visión de una COP16 inclusiva y orientada a reconocer el papel de las comunidades indígenas y afrodescendientes en el cuidado del planeta.