viernes, 6 de junio de 2025

Musk y Trump protagonizan pelea por redes sociales

Tras una amistosa relación que data desde la campaña presidencial, Elon Musk y Donald Trump rompieron su alianza al parecer por desaveniencias relacionadas a los vehículos eléctricos.

Al parecer, por la derogación de los beneficios concedidos a los autos eléctricos y los paneles solares, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el magnate Elon Musk han puesto fin a la cordial amistad que habían cultivado en meses recientes. Lo que comenzó como una alianza estratégica durante la campaña presidencial, ha terminado en un enfrentamiento público.

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Durante la contienda electoral, Musk apoyó públicamente a Trump, y su influencia lo llevó a ocupar un cargo importante en la administración: fue nombrado líder de DOGE, el departamento encargado de hacer múltiples recortes presupuestarios en áreas como educación, ciencia y salud.

Sin embargo, la eliminación de incentivos fiscales para tecnologías limpias parece haber sido el detonante de la ruptura. Musk ha sido un ferviente defensor de las energías renovables, y la decisión de Trump de revertir estos apoyos generó malestar inmediato en el empresario.

Lo que antes eran mensajes de respaldo, ahora se convirtieron en críticas abiertas. Desde sus respectivas redes sociales, X (propiedad de Musk) y TruthSocial (plataforma de Trump), ambos han iniciado una guerra de declaraciones sin precedentes.

En uno de sus mensajes más virales, Musk calificó la ley fiscal de Trump, conocida como «Una gran y hermosa ley», como una «abominación». Esta afirmación ha tenido repercusiones directas en el debate legislativo actual.

La frase de Musk ha sido citada por varios congresistas demócratas que buscan impedir la aprobación de dicha ley, argumentando que beneficiará exclusivamente a las grandes corporaciones en detrimento de los sectores sociales más vulnerables.

La tensión escaló cuando Elon Musk publicó en X que aún no se ha revelado en su totalidad la lista de personas que asistían a las infames fiestas de Jeffrey Epstein, y sugirió que Donald Trump estaba entre los nombres aún ocultos.

Este señalamiento es especialmente delicado, considerando que durante la campaña, el Partido Republicano había prometido hacer pública toda la información sobre las conexiones con Epstein, como parte de su cruzada contra la corrupción.

La acusación de Musk fue interpretada por muchos como un intento de dañar políticamente a Trump, y generó una reacción inmediata en los mercados. Las acciones de Tesla, que ya venían resentidas por el entorno económico, sufrieron una nueva caída.

El llamado “divorcio Trump-Musk” ha generado incertidumbre en sectores clave de la economía. Musk, como CEO de Tesla y SpaceX, representa una parte fundamental del desarrollo tecnológico estadounidense.

Además de sus críticas a la ley fiscal, Musk también se pronunció contra los nuevos aranceles impulsados por Trump. Afirmó que estos provocarán una recesión en el segundo semestre del año, y que afectarán a consumidores y empresas por igual.

En su cuenta de X, Musk ha llegado incluso a sugerir la posibilidad de iniciar un juicio político contra Trump, argumentando que sus políticas están destruyendo la competitividad de Estados Unidos y afectando la libertad empresarial.

Por su parte, el expresidente Donald Trump no se ha quedado callado. En varios trinos publicados en TruthSocial, calificó a Musk como alguien que “ha enloquecido” y aseguró que su relación con él está definitivamente terminada.

Trump también dejó entrever que Musk nunca fue leal a su administración y que solo utilizó el cargo en DOGE para beneficiar sus propios intereses empresariales. “Elon nunca fue de fiar”, escribió el exmandatario.

Uno de los ataques más duros contra Musk vino de parte de Steve Bannon, asesor de Trump y figura influyente en la ultraderecha estadounidense. Bannon afirmó que es necesario investigar el estatus migratorio de Musk.

Además, Bannon cuestionó abiertamente el supuesto consumo de drogas por parte de Musk, y pidió que se realicen investigaciones para verificar si su comportamiento errático está relacionado con abuso de sustancias.

Las declaraciones de Bannon reavivaron viejas controversias sobre el estilo de vida del empresario, que ha admitido en entrevistas pasadas haber usado psicodélicos y microdosis de alucinógenos, aunque asegura que no afectan su desempeño.

Mientras tanto, la Casa Blanca ha optado por mantener distancia del enfrentamiento. Fuentes internas señalan que hay preocupación por el impacto económico y geopolítico de este choque entre dos figuras con gran influencia pública.

Analistas políticos señalan que esta ruptura podría reconfigurar alianzas electorales y alterar el mapa de apoyos en sectores como el tecnológico y el energético, de cara a las elecciones de 2026.

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Lo cierto es que el conflicto entre Trump y Musk marca un punto de inflexión en la relación entre política y tecnología en Estados Unidos. Y aunque ambos mantienen un enorme poder, sus caminos parecen ahora irreconciliables.

Redacción Internacional

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