Más de 400 personas, entre las que hay adultos mayores, fueron arrestadas en Londres en una protesta en favor de Palestina promovida por la organización Palestine Action.
Más de 400 personas, entre las que hay adultos mayores, fueron arrestadas en Londres en una protesta en favor de Palestina promovida por la organización Palestine Action.
El pasado sábado 9 de agosto de 2025, la policía metropolitana de Londres detuvo a 466 personas durante una manifestación en apoyo al grupo Palestine Action, recientemente declarado ilegal por el gobierno británico.
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Este operativo se considera el mayor número de arrestos en un solo evento desde la creación del Metropolitan Police Service.
La protesta tuvo lugar frente al Parlamento, en Parliament Square, y coincidió con una movilización organizada por el grupo Defend Our Juries (Defendamos a nuestros jurados). Los carteles exhibidos decían: “I oppose genocide. I support Palestine Action” (Me opongo al genocidio, yo apoyo a Palestine Action).
La masiva presencia policial incluyó refuerzos procedentes de distintas regiones del Reino Unido, ante la previsión de alta participación.
Las detenciones se realizaron principalmente por mostrar apoyo a una organización proscrita, lo cual constituye un delito bajo la actual legislación antiterrorista británica.
Además, hubo otras ocho detenciones por motivos adicionales, incluido el asalto a agentes policiales y otros delitos menores relacionados con el orden público.
Se destaca que más de 100 personas arrestadas tenían más de 70 años, incluyendo manifestantes de avanzada edad que participaban de manera pacífica.
Esta acción generó críticas de organizaciones como Amnesty International, que consideraron los arrestos “profundamente preocupantes” por su posible impacto en la libertad de expresión.
Por su parte, la ministra del Interior Yvette Cooper defendió la medida aduciendo razones de seguridad nacional, invocando el historial del grupo en actos de sabotaje en instalaciones militares.
El carácter del grupo Palestine Action entraña acciones de protesta directa, entre ellas ataques simbólicos a activos relacionados con el conflicto de Gaza, lo que motivó su prohibición el mes anterior.
El incidente refleja la creciente tensión en el Reino Unido en medio del conflicto en Gaza, acentuada por medidas legales que criminalizan el apoyo simbólico a grupos considerados terroristas.
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Este episodio abre un profundo debate sobre los límites de la protesta pacífica, el uso del marco antiterrorista y el respeto a las libertades civiles dentro de una democracia europea.