Con relativa calma, salvo algunos hechos en las localidades de Usme, Suba y Kennedy en Bogotá, se vivió la primera jornada de paro convocada para apoyar la Consulta Popular.
Con relativa calma, salvo algunos hechos en las localidades de Usme, Suba y Kennedy en Bogotá, se vivió la primera jornada de paro convocada para apoyar la Consulta Popular.
Hoy, el país fue escenario de intensas movilizaciones y disturbios en el marco del paro nacional convocado por sindicatos y organizaciones sociales en respaldo a las reformas del gobierno y en protesta por el hundimiento de la consulta popular en el Senado.
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Desde las primeras horas de la mañana, miles de manifestantes se congregaron en diversos puntos de la ciudad, incluyendo el Portal de Las Américas, el Portal de Suba y algunos sectores en el sur de la capital. Las movilizaciones incluyeron marchas, plantones y cacerolazos, con una participación significativa de estudiantes, trabajadores y líderes sociales.
Sin embargo, la jornada se vio empañada por actos de violencia en algunas zonas. En la localidad de Kennedy, se presentaron enfrentamientos entre encapuchados y la UNDMO (antes ESMAD) en la estación de TransMilenio de Banderas y el Portal de Las Américas. De igual forma, ocurrieron hechos similares en el Puente de la Dignidad en la localidad de Usme; y en Suba, donde hubo disturbios en la Avenida Cali con Avenida Suba, y nuevamente frente al CAI de La Gaitana, completando ya tres noches de incidentes.
Las autoridades informaron que, hasta el momento, no se han confirmado capturas ni personas heridas durante los disturbios. Sin embargo, se adelantan investigaciones para determinar la responsabilidad de los encapuchados que alteraron las manifestaciones pacíficas.
La operación de TransMilenio se vio gravemente afectada por las protestas. Se reportaron cierres en varias estaciones, incluyendo el Portal de Suba y estaciones en la troncal de Las Américas. En total, 51 estaciones fueron inhabilitadas debido a actos vandálicos, y se reportaron daños en al menos 14 buses del sistema.
La Secretaría de Gobierno de Bogotá desplegó más de 1.300 funcionarios para acompañar las manifestaciones y garantizar el respeto por los derechos humanos. A pesar de estos esfuerzos, los enfrentamientos entre manifestantes y la fuerza pública se prolongaron durante varias horas en diferentes puntos de la ciudad.
El paro nacional también tuvo repercusiones en otras ciudades del país, como Medellín, Cúcuta, Bucaramanga, Cali y Barranquilla, donde se registraron movilizaciones y bloqueos en apoyo a las reformas del gobierno. Sin embargo, Bogotá fue el epicentro de las protestas más significativas y de los disturbios más graves.
La jornada del 28 de mayo se desarrolló en un contexto de tensión entre el Ejecutivo y el Legislativo, luego de que el Senado rechazara la propuesta de consulta popular impulsada por el presidente Gustavo Petro. Las movilizaciones buscaban presionar al Congreso para que avance en las reformas sociales propuestas por el gobierno.
A pesar de la participación moderada en el paro comparación con movilizaciones anteriores, sindicatos y sectores oficialistas se mostraron satisfechos con la jornada, resaltando el respaldo ciudadano a las reformas del gobierno y la intención de legitimarlas mediante una consulta popular.
Las autoridades distritales reiteraron su compromiso con el respeto al derecho a la protesta pacífica y anunciaron que continuarán acompañando las manifestaciones previstas para el 29 de mayo, con el objetivo de garantizar la seguridad de los ciudadanos y prevenir nuevos actos de violencia.
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Se espera que las movilizaciones continúen el jueves 29 de mayo en múltiples localidades de Bogotá, con actividades organizadas como cacerolazos y cabildos abiertos en la Plaza de Bolívar, en respaldo a las reformas laborales del gobierno.