Argentina se encuentra en medio de una creciente ola de protestas lideradas por pensionados, desencadenadas por la decisión del presidente Javier Milei de vetar una ley que proponía una nueva fórmula de actualización de las pensiones.
Argentina se encuentra en medio de una creciente ola de protestas lideradas por pensionados, desencadenadas por la decisión del presidente Javier Milei de vetar una ley que proponía una nueva fórmula de actualización de las pensiones.
Esta ley, que contaba con amplio apoyo en el Senado, buscaba implementar ajustes mensuales basados en la inflación y los salarios formales, además de un incremento adicional del 8.1%. El gobierno, argumentando que el costo de esta reforma (equivalente al 1.2% del PIB) era insostenible, optó por rechazarla, decretando en su lugar un aumento del 4% para septiembre.
El descontento entre los jubilados ha alcanzado niveles críticos, exacerbado por una inflación anual que supera el 263%. Con una gran proporción de pensionados recibiendo montos mínimos, las manifestaciones se han concentrado en Buenos Aires, incluyendo marchas hacia lugares emblemáticos como la Plaza de Mayo. La tensión escaló cuando una de estas protestas fue reprimida con dureza por las fuerzas policiales, que recurrieron al uso de gas pimienta y fuerza física para dispersar a los manifestantes.
En el contexto de la crisis económica que atraviesa Argentina, los jubilados exigen no solo ajustes en sus pensiones, sino también medidas más efectivas para proteger su poder adquisitivo. La situación es particularmente grave para quienes dependen de la jubilación mínima, que a pesar de ajustarse periódicamente, resulta insuficiente para cubrir las necesidades básicas en un entorno de inflación galopante. El bono adicional de 70 mil pesos otorgado en agosto se percibe como una solución temporal inadecuada frente a la magnitud del problema.
Las manifestaciones de los pensionados en Argentina son un reflejo del descontento social generalizado frente a las políticas económicas del gobierno de Milei. La combinación de medidas de austeridad, alta inflación y respuestas represivas a las protestas está creando un clima de tensión creciente en el país. La situación de los jubilados, uno de los sectores más vulnerables de la sociedad, se ha convertido en un tema central del debate público, con importantes implicaciones políticas para la administración actual.
Fotografía de portada: Redes Sociales
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