El 25 agosto, Colombia se vio envuelta en una crisis de combustible para aviones que paralizó gran parte de su tráfico aéreo. El origen de esta situación fue una falla eléctrica en la Refinería de Cartagena, que interrumpió la producción de Jet A1, el combustible esencial para la aviación. Indagamos en la cronología de lo sucedido y en los interrogantes que quedan al respecto.
El 25 agosto, Colombia se vio envuelta en una crisis de combustible para aviones que paralizó gran parte de su tráfico aéreo. El origen de esta situación fue una falla eléctrica en la Refinería de Cartagena, que interrumpió la producción de Jet A1, el combustible esencial para la aviación. Indagamos en la cronología de lo sucedido y en los interrogantes que quedan al respecto.
En sus redes, la refinería anunció que haría el mantenimiento en 3 unidades de proceso. Esta labor duraría 50 días. Pero garantizarían el abastecimiento de combustible durante esos días.
Esta es la fecha clave. Según lo que se conoce, en la Refinería de Cartagena ocurre un fallo eléctrico que impacta en la producción de combustible Jet A1. Este fallo se le comunica a Terpel.
En medio del cruce de comunicados, Terpel, una de las principales comercializadoras de combustibles, hace lo que se denomina declaración de fuerza mayor.
Para esta fecha, según comunicados de Terpel, el problema en la refinería persiste y por ende hay que racionar el combustible. La empresa empieza a limitar las entregas a las aerolíneas a un 85% de lo solicitado.
Este día empieza la avalancha de comunicados desde distintas entidades. Por un lado, la Aeronaútica Civil indica que es posible reprogramar los vuelos al menos hasta el 4 de septiembre. Latam Airlines, manifiesta su preocupación y empieza a cancelar vuelos junto con Avianca. Terpel indica que se arma un Puesto de Mando Unificado con entes gubernamentales como el Ministerio de Minas y Ecopetrol para manejar la situación. Y Ecopetrol por su parte comunica que el abastecimiento está garantizado y que para ello se importó el combustible. La IATA por su parte comunica que las aerolíneas tendrán que racionar el combustible.
El día comienza con reportes de ciudades desabastecida de combustible. Claramente la desinformación empieza a fluir, e incluso se ven imágenes recicladas de hechos que incluyen aviones. Los sitios Web de las aerolíneas no permiten comprar vuelos desde y hacia ciertas ciudades. Terpel anuncia la completa normalización del suministro de combustible Jet A1 a las aerolíneas. Ecopetrol vuelve a insistir sobre que no existe desabastecimiento ni problemas en la entrega de combustible como lo indicó el día anterior. La IATA en medios, indica que el pánico lo generaron las comercializadoras. El Ministerio de Transporte anuncia que las aerolíneas que cancelen vuelos sin cumplir el RAC 3 serán investigadas. La Aeronaútica Civil revierte lo indicado en la circular del día anterior. Las aerolíneas empiezan a funcionar con normalidad y habilitan todos sus destinos. Desde el Ministerio de Transporte indican un aumento de los precios de los tiquetes debido a la importación de combustible.
Cuando se escribe esta nota, han pasado 3 días desde lo ocurrido. Aún se conserva un manto de duda sobre si hubo un saboteo en la refinería. Sobre si el fallo fue correctamente manejado en la refinería, pero las comunicaciones fallaron entre los distintos protagonistas de la transacción de los combustibles.
Por el momento, la cuestión se ha enfocado en el precio político que se le está cobrando al Gobierno Nacional por lo ocurrido. La política energética del gobierno ha estado orientada a la desfosilización energética, por lo cual se le achaca que el daño puede estar relacionado a falta de mantenimiento de las instalaciones de la refinería. También queda el fantasma del saboteo, pues en redes algunos sectores económicos y políticos han utilizado esta crisis para pedir un cambio en la presidencia.
Se esperarán los resultados de las investigaciones ordenadas desde el gobierno, tanto a la Refinería como a todos los eslabones de la cadena que hay entre Cartagena y las aerolíneas. Aunque la refinería existe desde 1956, es la sección fundada en 2016, la que provee este tipo de refinados. Pero desde ese tiempo viene presentado problemas eléctricos e incluso la USO en algún momento indicó que la refinería no estaba preparada para una emergencia eléctrica.
