La Superintendencia de Salud decidió intervenir este martes a Sanitas EPS, la segunda entidad promotora de salud más grande del país, con 5.7 millones de afiliados. La decisión del Gobierno Nacional se da en un momento donde la reforma a la salud no atraviesa su mejor etapa, incluso estaría al borde del hundimiento.
Es de mencionar que desde que el presidente Gustavo Petro llegó al poder, ha buscado de manera inmediata transformar de raíz el sistema de salud y eliminar las EPS privadas, pues según él, han convertido la salud en un negocio y no en un derecho. El objetivo de dicha reforma, que sigue en cuidados intensivos, es eliminar la intermediación de las promotoras para que el dinero pase directamente del Estado a las clínicas y hospitales.
Por medio de su cuenta de X, antes Twitter, el presidente Gustavo Petro justificó la decisión de intervenir a Sanitas EPS señalando que “el Gobierno tiene la obligación de salvar el sistema de salud, y la vida de los colombianos. El actual sistema, como desde hace años se venía denunciando desde diferentes instancias de control administrativo, judicial y político, extrajo recursos públicos por decenas de billones de pesos que no se invirtieron de acuerdo a la ley y se perdieron, y debemos de actuar de acuerdo a la ley y la constitución y con decisión”.
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Debido a esta intervención, en el país se ha generado una gran controversia. Para muchos sectores políticos y empresariales, el actual modelo semipúblico ha funcionado bien desde los años 90 y que es superior al de otros países de la región. Algunos señalan que una de las muestras de este funcionamiento fue que resistió el embate de la pandemia y no colapsó en el momento de máxima exigencia.
Esta decisión también ha generado preocupación entre los millones de afiliados a la EPS, quienes esperan que la continuidad de los tratamientos no se vaya a perder y que puedan seguir accediendo a los servicios que han venido necesitando.
Por ahora y en palabras de la Superintendencia de Salud, no se busca liquidar a la entidad, sino administrarla, lo que implica cambiar de gerente y junta directiva. También se busca nombrar un interventor independiente. En teoría, no habría un cambio significativo en la prestación de los servicios a los pacientes. La intervención ocurrió en la sede principal de Sanitas EPS, en la calle 109 con autopista, al norte de Bogotá.
Luego de conocerse la intervención, el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, dio un parte de tranquilidad para los usuarios de la EPS diciendo “El Gobierno y el Ministerio de Salud quieren transmitirle a todos los ciudadanos, a los más de cinco millones de personas que hoy están afiliadas a Sanitas, que pueden estar tranquilos”. Insistió en que los servicios de la EPS seguirán con normalidad: “Aquí los servicios tanto de la EPS como de la prepagada se van a continuar prestando sin ningún inconveniente. Esto para que ustedes puedan tener la absoluta seguridad y la tranquilidad de que estaremos muy atentos para que ustedes, los ciudadanos que hoy están afiliados a esta EPS, puedan seguir contando con los servicios, con la atención y podamos solucionar los problemas que hoy tiene la EPS”.
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Es de recordar que Sanitas EPS es propiedad del grupo español Keralty, que tiene empresas relacionadas con el sector salud en Estados Unidos, México, Brasil, España, Perú, Venezuela, Filipinas y República Dominicana.
