La Consulta Popular no logró los votos necesarios en el Senado y por el momento, la Reforma Laboral se volverá a discutir tras ser revivida por una apelación.
La Consulta Popular no logró los votos necesarios en el Senado y por el momento, la Reforma Laboral se volverá a discutir tras ser revivida por una apelación.
Con gritos de fraude y trampa, concluyó la votación para convocar la consulta popular sobre la reforma laboral, un proceso que ha desatado una fuerte polémica en el Congreso y en la opinión pública. La sesión fue tensa y estuvo cargada de acusaciones cruzadas entre los diferentes sectores políticos.
Te puede interesar: Petro realizó desplante a Gustavo Bolívar
La votación se llevó a cabo de manera inmediata, justo después de que el Senado aprobara revivir la reforma laboral a través de una apelación. Esta movida fue interpretada por algunos como un intento de forzar el trámite de la reforma sin el debido consenso.
Cabe recordar que una de las opciones del gobierno para salvar la iniciativa era precisamente apelar la decisión de la Comisión Séptima del Senado, que había archivado el proyecto de reforma laboral semanas atrás. Esta acción generó divisiones incluso dentro de las bancadas afines al oficialismo.
En medio de los crecientes reclamos y con gritos de fraude en el recinto, el presidente del Senado, Efraín Cepeda, ordenó cerrar la votación, un hecho que ha sido duramente criticado por quienes apoyaban la consulta popular como mecanismo legítimo para que la ciudadanía se pronunciara.
Durante la votación final, faltaron dos votos para que la consulta fuera aprobada. Este detalle fue clave, pues de haber alcanzado la mayoría necesaria, se habría dado luz verde a la convocatoria popular. Sin embargo, la ausencia de Martha Peralta y Richard Fuelantala, ambos conocidos por apoyar la propuesta, generó dudas y reproches.
Se especula que la no participación de estos dos congresistas podría haber sido accidental o estratégica, pero lo cierto es que su inacción fue determinante para el resultado final. La falta de esos votos dejó sin posibilidad de avance inmediato al proyecto de ley.
A pesar del cierre de la votación, el ministro del Interior, Armando Benedetti, arremetió públicamente contra la actuación del presidente del Senado. Benedetti calificó la decisión como antidemocrática y advirtió sobre la necesidad de respetar los procedimientos institucionales.
La senadora María José Pizarro, del Pacto Histórico, condenó el manejo de la sesión, mientras que el senador verde, León Fredy Muñoz, calificó lo ocurrido como una maniobra legislativa para frenar el debate de fondo sobre la reforma laboral.
En medio de esta crisis institucional, el presidente Gustavo Petro intervino a través de redes sociales, afirmando que el pueblo colombiano debe reunirse en cabildos abiertos para deliberar y tomar decisiones sobre este tipo de reformas estructurales. Para Petro, la participación directa de la ciudadanía es fundamental en este momento político.
Por otro lado, también se conocieron conversaciones entre el presidente Petro y el ministro Benedetti, en las que se mencionó la posibilidad de convocar una huelga general si la reforma laboral continúa siendo bloqueada por el Congreso. Esta propuesta encendió las alarmas entre sectores empresariales y de oposición.
En un mensaje que generó múltiples reacciones, el presidente Petro aseguró en sus redes sociales que la fuerza pública tiene la orden de no atacar al pueblo en caso de movilizaciones. Esta afirmación fue interpretada por algunos como una señal de respaldo a la protesta social y por otros como un mensaje de confrontación institucional.
Te puede interesar: Diana Marcela Morales será la nueva Ministra de Comercio
El exembajador en Reino Unido, Roy Barreras llamó a la calma, e indicó que la consulta popular aún se puede volver a pasar en la siguiente legislatura; además de indicar que al revivir la reforma, esta podría ser aprobada si la oposición quiere ser recordada por valorar los derechos laborales.
El futuro de la reforma laboral, de la consulta popular y del clima político en el país permanece incierto. Mientras tanto, el llamado del gobierno a los cabildos abiertos y la creciente tensión entre las ramas del poder dejan entrever que este será uno de los debates más complejos del actual periodo legislativo.