Aunque las lluvias más agresivas de la DANA ocurrieron el 29 de octubre, aún continúan las precipitaciones afectando las operaciones de rescate.
Aunque las lluvias más agresivas de la DANA ocurrieron el 29 de octubre, aún continúan las precipitaciones afectando las operaciones de rescate.
La reciente DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) en España dejó impactos significativos. Especialmente en la zona de la Comunidad Valenciana y el sureste del país. La DANA causó lluvias torrenciales, inundaciones y fuertes tormentas que alteraron la vida cotidiana y el tránsito en múltiples áreas.
Varias localidades tuvieron que activar alertas rojas y naranjas, debido a los altos volúmenes de precipitación que alcanzaron hasta los 200 mm en pocas horas. Para el 4 de noviembre, el reporte total es de 217 víctimas fatales y decenas de personas desaparecidas. Aunque el nivel de las lluvias ha descendido, aún se presentan y dificultan que bajen las aguas y por ende las operaciones de rescate que realizan las autoridades y miles de voluntarias y voluntarios.
En Valencia y Murcia, las precipitaciones intensas causaron la acumulación de agua en calles y avenidas, afectando el tráfico y generando dificultades de movilidad. En algunas zonas, las inundaciones incluso provocaron daños materiales significativos, afectando viviendas y comercios. Las autoridades locales implementaron operativos de rescate para asistir a personas atrapadas en sus vehículos o casas inundadas.
Además, la DANA afectó servicios básicos como la energía eléctrica y el suministro de agua, interrumpiendo la vida cotidiana de los habitantes. Las fuertes ráfagas de viento derribaron árboles y postes de luz, lo que complicó las labores de las autoridades para restaurar el servicio. Las brigadas de emergencia han trabajado sin descanso para asegurar que los servicios fueran restablecidos lo antes posible.
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El sector agrícola fue uno de los más afectados, ya que el exceso de agua dañó cultivos, especialmente en zonas rurales de Valencia y Murcia, donde los agricultores enfrentan pérdidas significativas. Los campos de hortalizas, cítricos y otros productos locales sufrieron daños severos, poniendo en riesgo la economía local y la producción agrícola en general.
Las infraestructuras de transporte también sufrieron daños. Las fuertes lluvias provocaron cortes en algunas carreteras, y varias líneas de tren suspendieron su servicio. En áreas rurales, los caminos quedaron intransitables. Y el acceso a algunos pueblos fue interrumpido temporalmente, afectando a los residentes y dificultando la labor de los equipos de rescate.
La AEMET (Agencia Estatal de Meteorología) destacó que la DANA es un fenómeno climático extremo, caracterizado por la acumulación rápida de lluvias debido a una bolsa de aire frío en altura. En esta ocasión, se formó en una época inusual, generando impactos más graves debido a la saturación del suelo por lluvias anteriores y a la estructura geográfica de las áreas afectadas.
En respuesta a esta crisis, las autoridades activaron planes de emergencia, movilizando recursos y estableciendo refugios temporales para aquellos que tuvieron que evacuar sus viviendas. También se habilitaron líneas de atención y centros de información para ayudar a las personas afectadas y coordinar las labores de asistencia humanitaria.
La DANA generó además preocupación por el cambio climático, ya que fenómenos meteorológicos extremos como este parecen ocurrir con mayor frecuencia y virulencia. Los expertos señalan que el aumento de las temperaturas y el cambio en los patrones climáticos pueden incrementar la intensidad y la frecuencia de estos eventos en la región mediterránea.
Ante la situación, varias organizaciones de voluntarios y grupos de rescate se unieron para brindar apoyo a las comunidades más afectadas, proporcionando alimentos, ropa y otros suministros. La solidaridad entre los ciudadanos fue notable, y muchas personas ofrecieron ayuda para limpiar los escombros y restaurar los espacios públicos dañados.
En medio de la tragedia, y en especial en Valencia ha surgido un debate político sobre la rapidez para tomar medidas. Fuentes indican que la AEMET había advertido de manera temprana de la inminencia de la DANA. Pero el gobierno de la Generalidad de Valencia había demorado en dar la alerta para no impactar las actividades económicas de la región.
También se habla de una pugna entre dos partidos políticos opuestos, el PSOE(Partido Socialista Español) que está en el gobierno nacional, y el PP(Partido Popular) en el gobierno de Valencia. Aunque Carlos Mazón, presidente de la Generalidad de Valencia y se reunió con Pedro Sánchez, presidente de España; se habla que las ayudas y la atención a las advertencias ha estado condicionado por razones políticas de lado y lado.
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Por estas razones, el 3 de noviembre cuando tanto Mazón, como Sánchez, así como el rey Felipe VI y la reina Letizia visitaron Paiporta en Valencia. Los mandatarios fueron recibidos en medio de agresiones verbales y lanzamiento de objetos. Mazón también es acusado de invertir el dinero de la generalidad en tauromaquia tras haber suprimido la Unidad Valenciana de Emergencias. Para el 9 de noviembre está citada una protesta pidiendo la dimisión del presidente de la Generalidad.
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