sábado, 22 de febrero de 2025

Tras crisis respiratoria, Papa Francisco está en estado crítico

Desde el Vaticano informaron que el Papa Francisco sufrió una «crisis respiratoria asmática prolongada» que ahora lo deja en una condición crítica.

El 22 de febrero de 2025, el Papa Francisco, de 88 años, experimentó un agravamiento significativo en su estado de salud mientras permanecía hospitalizado en el Hospital Gemelli de Roma. Según informó el Vaticano, el Pontífice sufrió una «crisis respiratoria asmática prolongada», lo que hizo necesaria la administración de oxígeno de alto flujo. Además, los análisis de sangre revelaron trombocitopenia asociada a anemia, lo que llevó a la realización de transfusiones sanguíneas. A pesar de estar alerta, pasó el día en un sillón con más dolor que el día anterior, y su pronóstico se mantiene reservado.

Te puede interesar: COP16.2: decisiones para proteger la biodiversidad, la agricultura y la alimentación

El Papa fue ingresado en el Hospital Gemelli el 14 de febrero debido a problemas respiratorios que en un principio fueron diagnosticados como bronquitis causada por una infección polimicrobiana. Con el paso de los días, su condición se complicó, evolucionando hacia una neumonía bilateral. Los médicos explicaron que la infección inicial se expandió, afectando ambos pulmones y deteriorando su estado general de salud.

Durante su hospitalización, el equipo médico ha seguido de cerca la evolución del Pontífice. El Dr. Sergio Alfieri, responsable de Cirugía del Hospital Gemelli y médico tratante del Papa en otras ocasiones, afirmó que, aunque Francisco está respondiendo al tratamiento, aún no está fuera de peligro. La principal preocupación es el riesgo de que la infección derive en sepsis, una complicación grave que podría poner en riesgo su vida.

A pesar de la gravedad de su condición, el Papa ha permanecido consciente e intentado mantener cierta actividad, aunque dentro de las limitaciones impuestas por su estado de salud. Sin embargo, debido al aumento del dolor y su creciente fragilidad, los médicos han enfatizado la necesidad de reposo absoluto para su recuperación. Han aplicado una combinación de terapias, incluyendo antibióticos, corticoides y soporte de oxígeno, con el objetivo de combatir la infección y estabilizar sus funciones vitales.

La comunidad católica mundial ha mostrado una profunda preocupación por la salud del Papa Francisco. En los alrededores del Hospital Gemelli, grupos de fieles se han congregado para rezar por su pronta recuperación tras esta crisis. Se han organizado vigilias y momentos de oración en distintas partes del mundo, reflejando el cariño y la admiración que muchos sienten por el Pontífice. La Santa Sede ha agradecido las muestras de apoyo y ha solicitado continuar con las oraciones en este período crítico.

Debido a su estado de salud, el Papa Francisco no podrá dirigir la tradicional oración del Ángelus dominical por segunda semana consecutiva. El Vaticano anunció que se difundirá únicamente el texto de la oración, para que los fieles puedan unirse en espíritu mientras el Pontífice sigue su recuperación. Esta decisión subraya la gravedad de su estado y la necesidad de evitar cualquier esfuerzo que comprometa su salud.

El cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, ha calificado de «especulaciones inútiles» los rumores sobre una posible renuncia del Papa debido a su estado de salud. En una entrevista, Parolin enfatizó que la atención principal está en la recuperación del Santo Padre y en su regreso a sus funciones habituales. Aunque la situación es delicada, las autoridades vaticanas mantienen la esperanza en una evolución favorable.

La hospitalización del Papa Francisco ha reavivado el debate sobre la salud y el liderazgo en la Iglesia Católica. A sus 88 años, el Pontífice ha enfrentado múltiples desafíos de salud, incluyendo cirugías y problemas de movilidad. Sin embargo, ha mantenido una agenda activa, demostrando su compromiso con sus responsabilidades pastorales y administrativas. La situación actual ha generado reflexiones sobre su capacidad para seguir al frente de la Iglesia en medio de estas adversidades.

Mientras tanto, las actividades del Vaticano continúan bajo la supervisión de otros altos funcionarios. Las celebraciones y eventos siguen su curso según lo previsto, aunque con la notable ausencia del Papa. La comunidad eclesiástica y los fieles permanecen unidos en oración, esperando noticias alentadoras sobre la recuperación del Santo Padre. La situación ha fortalecido el sentido de comunidad y solidaridad entre los católicos de todo el mundo.

El equipo médico ha indicado que el Papa Francisco deberá permanecer hospitalizado al menos una semana más para garantizar una recuperación adecuada, en especial luego de esta crisis. Este período adicional permitirá a los especialistas monitorear su progreso y ajustar los tratamientos según sea necesario. La prioridad es estabilizar su condición y prevenir posibles complicaciones derivadas de su edad avanzada y el cuadro clínico complejo que enfrenta.

Te puede interesar: Peligra la tregua en Gaza por error en entrega del cuerpo sin vida de Shiri Bibas

Mientras el Papa Francisco continúa recibiendo atención médica especializada, la Iglesia Católica y sus seguidores en todo el mundo se mantienen en oración, esperando su pronta y completa recuperación. La situación actual resalta la fragilidad de la condición humana y la resiliencia del espíritu ante los desafíos de la salud.

Redacción Internacional

Mesa de trabajo orientada a informar sobre los hechos que ocurren a nivel mundial.

Te puede interesar...

Todos los derechos reservados. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Si tiene una rectificación o aclaración sobre algún tema publicado en este medio, por favor escríbanos a: editor@doomoeditorial.com.co