Trump aumenta la tensión con Venezuela tras iniciar operaciones encubiertas en su territorio

Estados Unidos ha iniciado una nueva fase de operaciones militares en su ofensiva contra Venezuela, con el doble objetivo declarado de intensificar la lucha contra el narcotráfico y buscar la salida del presidente Nicolás Maduro del poder.

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Tras meses de ataques a embarcaciones en el Caribe y el Pacífico que Washington considera vinculadas al narcotráfico, el presidente Donald Trump confirmó el primer ataque terrestre de Estados Unidos en territorio venezolano, enmarcado en esta escalada.

La operación fue ejecutada por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) mediante drones, dirigidos contra un muelle de una instalación portuaria en la costa venezolana que supuestamente era usado para cargar drogas en embarcaciones.

Las autoridades estadounidenses, citadas por medios como CNN, aseguran que la infraestructura atacada estaba vinculada con el grupo criminal Tren de Aragua, al que se atribuye la logística de almacenamiento y transporte de narcóticos.

El ataque, de ejecución rápida, no dejó víctimas humanas porque se realizó cuando no había personas en las inmediaciones del muelle, aunque los detalles sobre ubicación y momento exactos permanecen desconocidos.

Existe incertidumbre sobre el apoyo militar directo en la operación, ya que un portavoz del comando de operaciones especiales negó la participación de fuerzas del Ejército en Venezuela, pese a especulaciones sobre asistencia de inteligencia.

Altos funcionarios de Estados Unidos señalan que estas operaciones encubiertas de la CIA forman parte de una escalada mayor en la estrategia de presión de Trump contra Maduro, diseñada para debilitar al régimen desde múltiples frentes.

Trump hizo público este ataque durante una entrevista radial, en la que describió haber “eliminado” una instalación desde la que, según él, salían embarcaciones con drogas, aunque no identificó públicamente a quienes realizaron la acción.

En una rueda de prensa posterior, Trump reiteró que hubo una “gran explosión” en la zona del muelle y afirmó que con esa acción se había neutralizado un punto de operaciones, sin precisar si actuaron efectivos militares o de inteligencia.

La operación terrestre contra el muelle representa, según analistas, el inicio de la tercera fase de presión de Washington sobre Caracas, tras campañas marítimas y bloqueos contra buques sancionados.

La estrategia de Trump hacia Venezuela incluye desde la calificación del país como “narcoestado” hasta la designación del supuesto Cartel de los Soles como organización terrorista, así como un despliegue militar considerable en la región que incluye el portaaviones USS Gerald R. Ford.

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La escalada militar estadounidense llega en un contexto de fuertes tensiones diplomáticas y controversias internas sobre la legalidad y las consecuencias de este tipo de operaciones sin autorización formal del Congreso, así como de acusaciones de Maduro sobre una agresión que busca reemplazar al gobierno venezolano.