Aunque en un un principio no se recibirían personas sin carrera en el partido, el Centro Democrático presentó a Miguel Uribe Londoño como el nuevo precandidato para las presidenciales de 2026.
Aunque en un un principio no se recibirían personas sin carrera en el partido, el Centro Democrático presentó a Miguel Uribe Londoño como el nuevo precandidato para las presidenciales de 2026.
Miguel Uribe Londoño ha sido oficialmente aceptado como el quinto precandidato del partido Centro Democrático para las elecciones presidenciales de 2026. La decisión fue respaldada por la familia, que buscó honrar el legado de su hijo, el senador Miguel Uribe Turbay, recientemente asesinado.
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Uribe Londoño ha ocupado varios cargos públicos: fue concejal de Bogotá entre 1988 y 1990, senador en 1990–1991, y presidente de la Federación de Cacaoteros (Fedecacao) en 1997. Aunque fue vinculado a un escándalo financiero en 2000, fue absuelto en 2003.
La vida de Uribe Londoño ha estado afectada por tragedias: su esposa, la periodista Diana Turbay, fue asesinada en 1991 durante un intento de rescate, y ahora enfrenta el asesinato de su hijo Miguel, ocurrido en medio del clima de violencia política.
En su discurso durante el funeral, Uribe Londoño afirmó que “callaron a Miguel, pero no podrán callar la voz de millones de colombianos” y enfatizó la necesidad de materializar las ideas de seguridad y paz que él defendía.
También hizo un llamado emotivo al partido para cohesionar esfuerzos hacia las elecciones de 2026: “Tenemos una oportunidad única de frenar esta locura… solo así tendrá sentido esta causa”. Añadió que la seguridad sería la base de su campaña.
Cuatro días después del sepelio, participó en un conversatorio virtual del Centro Democrático junto a Álvaro Uribe y otros precandidatos como Paloma Valencia, María Fernanda Cabal, Andrés Guerra y Paola Holguín. En ese espacio, lanzó el mensaje: “Despertemos de esta pesadilla”.
Uribe Londoño instó al partido a “asumir lo que denominó ‘el fin del nuevo comunismo en el país’” y urgió a consolidar un liderazgo que encarne las banderas de su hijo en torno a la seguridad.
Insistió en que el centro democrático debe convertir en fuerza política el mensaje de su hijo: “callaron a Miguel, pero sus ideas ahora están más potentes y diseminadas por todo el país”.
Internamente, se rechazó la posibilidad de avalar a figuras externas —como Juan Carlos Pinzón— favorables al expresidente Santos. En ese contexto, Uribe Londoño ha ganado peso como opción legítima, con el respaldo del aparato del partido.
El expresidente solicitó a los precandidatos reunirse con Uribe Londoño para evaluar su incorporación, siempre como militante del partido: “Si se va a aumentar el número de precandidatos, que sea cabeza de un militante”, afirmó.
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La postulación de Uribe Londoño no solo es política, sino simbólica: representa el fin de un ciclo de violencia y una reivindicación del legado de su hijo. También presta un aire de renovación al Centro Democrático en medio de la polarización.