Desde el 22 al 24 de octubre, los países del grupo BRICS+ se reunieron en Kazán, Rusia. Es el primer encuentro desde que se expandieron más allá de los 5 originales.
Desde el 22 al 24 de octubre, los países del grupo BRICS+ se reunieron en Kazán, Rusia. Es el primer encuentro desde que se expandieron más allá de los 5 originales.
Este encuentro marca la primera cumbre del grupo desde su reciente expansión para incluir a Egipto, Etiopía, Irán y los Emiratos Árabes Unidos. El objetivo era fortalecer el papel del grupo como una alternativa de influencia global al tradicional G7. Actualmente, BRICS+ representa el 45% de la población mundial y aproximadamente el 28% del PIB global, superando la influencia demográfica del G7. Este aumento de poder brinda un foro importante para las economías emergentes y las naciones del “Sur Global” que buscan mayor protagonismo en el escenario mundial.
El tema del evento fue “Fortaleciendo el multilateralismo para un desarrollo global justo con seguridad”. Adicional a los nueve países que conforman el BRICS+, la cumbre invitó a Antonio Gutérres, Secretario General de las Naciones Unidas. Ya que la organización fue uno de los invitados al evento. El encuentro también tuvo como invitados a 31 países más: Argelia, Armenia, Azerbaiyán, Baréin, Bangladés, Bielorrusia, Bolivia, Congo, Cuba, Indonesia, Kazajistán, Kirguistán, Laos, Malasia, Mongolia, Nicaragua, Nigeria, Palestina, Arabia Saudí, Serbia, Sri Lanka, República Srpska, Tayikistán, Tailandia, Turquía, Turkmenistán, Uganda, Venezuela, Vietnam y Uzbekistán.
De estos 28 invitados, 13 serán países socios del BRICS+. Esto no los integra directamente pero es un paso hacia esa integración. Este grupo está conformado por Argelia, Bielorrusia, Bolivia, Cuba, Indonesia, Kazajistán, Malasia, Nigeria, Tailandia, Turquía, Uganda, Uzbekistán y Vietnam. El presidente venezolano Nicolás Maduro, se pronunció al respecto de no haber sido incluido en el grupo. Pues como se debe tener consenso para ser integrado, el gobierno brasilero mantuvo el veto que anteriormente había puesto Jair Bolsonaro a Venezuela. Aunque Moscú apoya la integración de Venezuela, Brasilia no piensa igual y por esto aún no se ha podido integrar al bloque.
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En la cumbre también tuvo un énfasis en temas de infraestructura y desarrollo financiero. Un eje clave es el papel del Nuevo Banco de Desarrollo (NBD). Bajo la presidencia rusa de 2024, el banco busca incrementar su apoyo a los proyectos de infraestructura en los países BRICS+ sin depender del dólar estadounidense como moneda de referencia, lo cual refleja el esfuerzo colectivo del grupo por reducir su dependencia en el sistema financiero dominado por Occidente. En ese sentido, también introdujeron el sistema de pagos BRICS Pay que haría competencia directa al sistema SWIFT. Cabe anotar que tras la invasión rusa en Ucrania, el país fue vetado del sistema lo que impidió que pudiera hacer transacciones utilizándolo. Razón por la cual empezó a utilizar un sistema de pagos chino entre otros medios para continuar con sus procesos comerciales.
Hay varios aspectos que generaron controversia sobre el evento. El más evidente es la presencia del presidente ruso Vladimir Putin. Algunos analistas indicaron que la cumbre se realizó en Kazán para evitar ser arrestado por las órdenes de captura que pesan sobre él desde la CPI. Pero sobre esto, igualmente se pudo desarrollar el encuentro en China y no habría tenido ningún inconveniente.
Otro punto controversial, es la inclusión de Turquía como país socio. Esto marcaría un hito, porque sería el primer país miembro de la OTAN que se une al bloque. Y esta unión generaría malestar, teniendo en cuenta el conflicto actual entre Rusia y Ucrania. Además que el BRICS+ también integra a Irán, país que tiene una clara enemistad con Estados Unidos, uno de los líderes de la organización militar.
Adicional a la inclusión de Turquía, y aunque no hizo parte de los invitados, también se ha hablado de acercamientos con Corea del Norte. El país asiático es socio comercial y militar de Rusia. Pero evidentemente opuesto a las posturas de occidente. Esto demostraría que el bloque BRICS+ abre una puerta distinta a la de grupos como el G7 que tiene ciertos “criterios” no solo económicos sino políticos para adherir nuevos integrantes.
En el plano diplomático, la cumbre de Kazán discutió una postura conjunta en torno a la situación en Ucrania y las tensiones en Medio Oriente, temas que adquieren especial relevancia en el contexto del alineamiento geopolítico de Rusia y China. La postura india es particularmente interesante en este sentido, ya que Nueva Delhi busca mantener su cooperación con Moscú, pero sin perder su enfoque de estabilidad global. Este enfoque de “no alineación” permite a India participar en BRICS sin alienarse de Occidente, lo que subraya la diversidad de estrategias dentro del grupo. El grupo adoptó la llamada Declaración BRICS de Kazán, que apoya la reforma del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y la integración completa de Palestina como país miembro de la ONU. También la declaración insiste en la solución de los dos estados para Palestina e Israel.
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Los líderes también han propusieron iniciativas para ampliar el comercio interno utilizando monedas locales, reduciendo la dependencia del dólar estadounidense en el comercio internacional. Esta propuesta se integra en el marco de la expansión de BRICS+, un bloque que va ganando cada vez más tracción entre naciones que desean opciones fuera del sistema financiero occidental y buscan fortalecer su propia autonomía económica. En ese sentido China y Arabia Saudí hace rato vienen negociando en yuanes, la moneda china.
Finalmente, la cumbre no solo aborda temas de política y economía, sino que también pone en marcha un importante programa cultural, incluyendo la exposición “Mosaico Etnográfico”, que celebra la identidad cultural de cada país miembro en un esfuerzo por fortalecer los lazos sociales y culturales del grupo. Este componente cultural simboliza el enfoque integral que BRICS está adoptando, donde la colaboración no se limita solo a los asuntos económicos y políticos, sino que también promueve la interacción cultural entre sus naciones.
Este encuentro en Kazán consolida a BRICS como una plataforma en crecimiento que atrae tanto a economías emergentes como a naciones interesadas en redefinir el orden mundial. En un contexto de creciente polarización global, BRICS se presenta como un grupo que promueve la multipolaridad, ofreciendo a sus miembros una mayor libertad de asociación sin estar obligados a elegir entre alianzas tradicionales. Esto también es algo que se ha criticado, pues desde occidente consideran que acoge a países que desde su punto de vista irrespetan su visión de democracia, aunque todo apunta hacia la posibilidad de un desbalance no solo económico sino geopolítico que quizás la Organización de los No Alineados no logró en su momento.