Cerca de 270 familias emberá han retornado a sus tierras en Alto Andágueda, mientras que más de 60 hogares fueron reubicados temporalmente en albergues en el sur de Bogotá.
Cerca de 270 familias emberá han retornado a sus tierras en Alto Andágueda, mientras que más de 60 hogares fueron reubicados temporalmente en albergues en el sur de Bogotá.
El proceso de retorno de las familias emberá asentadas en el Parque Nacional de Bogotá culminó exitosamente, con el regreso de 270 hogares a sus territorios ancestrales en Alto Andágueda, Chocó, y Risaralda. Además, 60 hogares fueron reubicados temporalmente en albergues en el sur de Bogotá.
Lilia Solano, directora de la Unidad para las Víctimas, destacó el liderazgo del pueblo emberá y el acompañamiento estatal durante este proceso, que busca dignificar a las comunidades afectadas por desplazamientos forzados desde los años 70.
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El retorno comenzó con la movilización de nueve camiones con los enseres de las familias, y en paralelo, la reubicación de algunas familias en albergues temporales en Bogotá. La mayoría de los emberá que retornaron son mujeres, niños y adolescentes.
Los albergues en Bogotá fueron habilitados bajo criterios de dignidad para acoger a las familias durante dos meses, mientras se define su destino final. La Unidad para las Víctimas coordinó este proceso junto con diversas entidades nacionales y distritales.
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Algunas familias decidieron quedarse en Bogotá como parte de un proceso de integración local. Mientras tanto, el Gobierno Nacional celebra este logro como un paso importante en su compromiso con las comunidades indígenas.
Este hito marca el cierre de una fase de desplazamiento y el inicio de una nueva etapa para las familias emberá, quienes ahora cuentan con garantías de dignidad y apoyo estatal en su retorno o reubicación.