Cientos de personas, adultos y niños, se dieron cita en la Plaza de Bolívar para conmemorar el Día de las Manos Rojas.
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Cientos de personas, adultos y niños, se dieron cita en la Plaza de Bolívar para conmemorar el Día de las Manos Rojas.
12 de febrero de 2024 y en la Plaza de Bolívar se dieron cita cientos de personas, entre niños y adultos, para conmemorar el Día de las Manos Rojas, una fecha donde se reivindica la vida de las niñas, niños y adolescentes y se dice que nunca más los menores para la guerra.
Representantes estatales, cooperantes, estudiantes, sociedad civil y representantes de diversas organizaciones se dieron cita en la Plaza de Bolívar de Bogotá para llevar el mensaje de dejar fuera del conflicto armado a los más pequeños, a ellos que no todavía no dimensionan el nivel de la guerra y que solamente la ven como un juego.
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“Estas conmemoraciones son importantes porque nos permiten avanzar hacia la reparación simbólica. Nos permiten decirle a sociedad civil que este tipo de acciones no deben suceder y el reconocimiento de estas acciones permiten tomar acciones concretas”, señaló Sandra Alfaro, directora de Reparación de la Unidad de Víctimas.
Su conmemoración se debe a que en el año 2002 entró en vigor el Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a la Participación de los Niños en los Conflictos Armados, tratado que ha sido ratificado por 159 Estados, incluyendo Colombia, a través de la Ley 833 de 2003.
En el país, todos los menores de 18 años deben ser protegidos contra su vinculación a cualquier tipo de grupo armado ilegal y de las mismas fuerzas del Estado.
Para las comunidades étnicas su impacto trasciende lo individual, ya que genera rupturas en las prácticas y costumbres ancestrales, en la transmisión de saberes, llegando incluso a poner en riesgo la extinción de las mismas comunidades.
A pesar de que no todas las estrategias de vinculación de los menores a los grupos armados implica el uso de la fuerza, en ningún caso puede hablarse de voluntariedad, pues los grupos han aprovechado la vulnerabilidad de los más pequeños para obligarlos a desarrollar actividades ilegales por medio de las amenazas o falsas promesas.
De acuerdo con la Coalición contra la Vinculación de Niños, Niñas y Jóvenes al Conflicto Armado en Colombia (COALICO) esta decisión está viciada por la situación socioeconómica de las familias, la falta de oportunidades, problemas de violencia intrafamiliar, entre otras circunstancias.
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A pesar de que existen múltiples organizaciones y entidades que se han dedicado a atender y estudiar a las víctimas de esta problemática, no existe una cifra única para determinar cuántas niñas, niños y adolescentes han sido víctimas de vinculación a grupos armados en el marco del conflicto.
La Comisión de la Verdad estima que hubo entre 27.101 y 40.828 niñas, niños y adolescentes víctimas de reclutamiento entre los años de 1990 y 2017.
De acuerdo con el proyecto conjunto de la Comisión de Esclarecimiento de la Verdad y la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), junto con el Grupo de Análisis de Datos en Violaciones de Derechos Humanos (HRDAG, por su sigla en inglés), se ha identificado un universo de 18.677 víctimas, aunque estima que el subregistro podría alcanzar las 30.000.
La Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas ha recibido 1.871 solicitudes para buscar niñas, niños y adolescentes que fueron reclutados y posteriormente desaparecidos.
La Unidad para las Víctimas ha incluido en el Registro Único de Víctimas 9.707 niñas, niños y adolescentes que se desvincularon de grupos armados al margen de la Ley antes de cumplir los 18 años de edad.
El Día de las Manos Rojas permite llevar un mensaje, pero no con la voz de lo más grandes, sino con la voz de los más pequeños, quienes en este día reivindican su derecho a la niñez.
