Alias ‘Pipe Tuluá’ confesó que ha ordenado el asesinato del alcalde de Tuluá

Andrés Felipe Marín, alias ‘Pipe Tuluá’, es el máximo cabecilla de la banda criminal conocida como “La Inmaculada”, que controla el microtráfico en Tuluá, Valle del Cauca, y pese a que purga una pena de 30 años de cárcel, sigue dando ordenes desde su sitió de reclusión.

Aunque está pagando cárcel, ‘Pipe Tuluá’ no se queda quieto y es tal el dominio que ejerce sobre este municipio vallecaucano que tiene sitiado al alcalde en su finca, el conservador Gustavo Vélez, sobre quien tiene varias amenazas de muerte. Y abiertamente lo reconoce el líder de “La Inmaculada”.

Esta tal la situación, que ya desbordó la capacidad de las autoridades locales, quienes constantemente hacen llamados al Gobierno Nacional para una intervención más fuerte allí, pese a que las calles están militarizadas desde el pasado mes de febrero.

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En entrevista con W Radio, el día jueves 23 de mayo, alias ‘Pipe Tuluá’ reconoció que maneja los hilos de la organización criminal y que es el responsable de los intentos de homicidio al alcalde Vélez. En medio del diálogo con el medio de comunicación, Marín prometió frenar esas amenazas y una posible ofensiva más amplia que comenzó en febrero tras la captura de su hermano Mauricio y que en ese momento dejó un oficial de tránsito asesinado y seis taxis incinerados en Tuluá.

La apuesta de Marín es entablar diálogos de paz bajo la política gubernamental de la paz total. Con la autorización del Ministerio de Justicia, ‘Pipe Tuluá’ tuvo acceso a un celular en la cárcel La Picota en Bogotá, donde está recluido luego de ser trasladado de La Modelo, y tras el asesinato del director de ese centro carcelario.

En la comunicación con la emisora respondió varios interrogantes y sin inmutarse reconoció su participación en diferentes delitos, aunque negó estar involucrado en actividades de narcotráfico. Contó que trabajó bajo las órdenes del fallecido capo Wilber Varela, alias ‘Jabón’, y que “La Inmaculada” financia su operación con la venta de pequeñas dosis de estupefacientes.

“Sí comerciamos la droga, lo normal y usted lo sabe”, dijo. Pero, como si se tratara de una cuestión de honor, aclaró inmediatamente: “Se me hace extraño lo que usted nos acaba de decir, me dijo hasta narcotraficante. No lo soy. No solamente en Colombia, en todo el mundo hay eso. A nosotros nos toca subsistir con eso. Primero se acaba la vida de todos nosotros, antes de que se acabe la droga”.

Su animadversión con el alcalde de Tuluá fue el tema central de la entrevista. “Esto es algo personal con él”. Al preguntársele el por qué de sus ataques al alcalde dijo “Se prestó para que atentaran contra mi vida. Yo creo que él no es una persona digna para que esté gobernando”.

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Sin tapujos dejó claro que su organización tiene la capacidad para matar al alcalde y cualquier otro político sin haberle puesto precio a sus cabezas. “Nosotros no necesitamos pagar para hacer esas cosas. Yo tengo mucha gente que está dispuesta a hacer lo que sea”, declaró.

Cabe recordar que previamente había enviado una carta el 17 de mayo a Francisco Palmieri, embajador de Estados Unidos en Colombia, acusando a las instituciones nacionales de fraguar un complot en su contra, no tuvo reparo en admitir su prontuario y en aclarar que puede ser asesino, pero no narco. “Quiero enfatizar que mi historial delictivo siempre se ha limitado a homicidios y extorsión, sin ningún tipo de relación con el narcotráfico”, se leía en el documento.

No negó que estuviera detrás del homicidio del periodista Marcos Montalvo, perpetrado en septiembre de 2021, y prometió dar a conocer más detalles sobre ese y otros crímenes “el día que haya una mesa de paz”. Al alcalde, a quien asegura que ha enviado mensajes con distintos emisarios, le insistió en abrir la posibilidad de concertar una salida negociada. “Lo estoy invitando para un diálogo y para la paz. Estoy dispuesto a pasar la página y arreglar las cosas”, dijo. Sin embargo, cuando se le preguntó si era él quién tenía sitiado a Vélez, respondió sin titubear: “Yo eso sí lo asumo. Él sabe que soy yo el que lo tengo allá”.