El presidente colombiano volvió a pronunciar un discurso centrado en la paz y el cambio climático.
El presidente colombiano volvió a pronunciar un discurso centrado en la paz y el cambio climático.
En su discurso ante la Asamblea General de la ONU el 24 de septiembre de 2024, Gustavo Petro abordó varios temas globales con un enfoque en la crisis climática, la paz y la desigualdad. Citando a su hija, llamó a los países a la unidad y preservación de la naturaleza, destacando el rol de Colombia como “corazón de la tierra”. Petro criticó cómo el poder en el mundo se mide por la capacidad destructiva, instando a reemplazar el dominio del capital por una democracia global enfocada en la vida, alejándose del petróleo y el carbón.
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Petro subrayó que la voz de los países que no poseen poder militar ni económico es desoída, a pesar de que son los que más contribuyen a preservar la vida. Condenó la destrucción de la Amazonía y advirtió sobre el punto de no retorno climático. También mencionó el conflicto en Gaza, señalando la indiferencia de los líderes globales ante la muerte de miles de niños, criticando a las élites globales por perpetuar las guerras.
En el tema de la paz, Petro recordó que un año atrás había pedido una conferencia de paz por Palestina ahí mismo en la ONU. Ahora, ante el aumento de la violencia, denunció cómo Gaza representa el control de la humanidad basado en la barbarie, y sugirió que su destrucción marcaría la muerte de la humanidad. Vinculó este conflicto con la codicia de la oligarquía global, a la que culpó de fomentar guerras y resistirse al cambio.
El presidente colombiano afirmó que la oligarquía global, que controla la riqueza y los recursos energéticos, está llevando a la humanidad hacia la extinción. Rechazó el poder destructivo de esa élite y abogó por una transformación global que priorice la vida sobre el capital. A su juicio, los gobiernos actuales son incapaces de detener esta crisis.
Petro llamó a la creación de un nuevo movimiento global que defienda la vida, basado en la unidad y la justicia social, no en la codicia. Afirmó que este ejército de la vida no tendrá las armas de la oligarquía global, pero sí el poder de la humanidad unida que luchará por su propia existencia en el planeta.
También abogó por una democracia global, que supere el dominio actual de las élites económicas. Petro propuso que las ideas de civilizaciones de todo el mundo —desde China, Europa, Estados Unidos, Sudamérica y África— se integren en un nuevo modelo de convivencia humana que priorice la vida y el amor universal.
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El presidente colombiano reiteró que la crisis climática no es solo un problema ambiental, sino una cuestión de justicia. Denunció que el 1% más rico es responsable de la devastación del planeta, y abogó por un cambio radical que frene la explotación de los recursos naturales y detenga el avance hacia la extinción de la humanidad.
Petro concluyó afirmando que si la humanidad logra sobrevivir y evitar su extinción, será gracias a la unidad, no a la destrucción. Esta nueva era que propone estaría basada en una democracia global justa, donde las élites que hoy gobiernan el mundo sean reemplazadas por un nuevo orden basado en la protección de la vida y el planeta.
Esta es la tercera vez que el mandatario colombiano habla en la asamblea de la ONU desde que fue elegido.