Terminó Rock Al Parque 2022, luego de dos fines de semanas repletos de una variedad de ritmo. Esta última franja trajo un espectro más amplio que la anterior. Un fin de semana cargado de rock alternativo, metal sinfónico, ska, EDM, candombe y mucho pero mucho punk.
Ska, Dance Hall y Hip Hop en el lago
El escenario más pequeño de los tres, comenzó con la presencia de la reconocida banda tolimense Dafne Marahuntha que salieron con una “pinta” de balneario. Los tolimenses trajeron todo el poder de su ska. Además presentaron a la pequeña Vicky, una niña de 10 años que interpretó la batería junto con el grupo y se convirtió en la música más joven en presentarse en un Rock Al Parque. Los siguió De Bruces A Mí, desde Medellín y con un sonido reggae que empató perfectamente con el ska de los tolimenses.
A este punto del día, se vino una tanda de agrupaciones con sonidos inspirados en la musica afro. Primero, desde Cali, Afrolegends con ritmos que mezclan el dancehall con elementos del Pacífico colombiano. Sus marimbas de chonta se tomaron el escenario y acompasaron un sentido homenaje a los desplazados por la violencia en el país.
Desde la misma cuna de la humanidad, Afrotronix originario de Chad con su afrofuturismo llevó al público en un viaje musical que combinaba el pasado y futuro del continente africano. Lo siguieron los estadounidenses de Ho99o9 que con su música punk combinada con hip hop no envidió para nada los pogos del fin de semana pasado.
De nuevo la tarima, fue escenario para propuestas electrónicas, la semana anterior había sido VVV ahora el turno para los franceses de Iphaze. Las pantallas entraron en sincronía con los sonidos que sacudieron a uno de los públicos más energéticos del festival.
Para cerrar el primer día de este segundo fin de semana, en el escenario Radiónica llegó Catnapp con su propuesta cargada de R&B y breakbeat. El frío no impidió que el público respondiera a la artista argentina con una fuerte descarga de energía.
Ska, punk y cumbia en la Bio
En el escenario Bio, la apertura la dio The Kitsch, con un sonido de rock retro mezclado con punk. A continuación llegó el psychobilly de la mano de Salidos de la Cripta. Como ellos mismos dicen, hicieron rockear a vivos y muertos. Los terceros en escena fueron Asuntos Pendientes de Medellín. Sin dejar apagar el espíritu de alegría que contagió el escenario trajeron un ska y reggae festivo al lugar.
El primer invitado extranjero llegó desde Uruguay, Cuatro Pesos de Propina con su gypsy punk mostraron una propuesta interesante e inédita en Rock Al Parque. Ellos dieron paso a una agrupación clásica del rock en español: Bersuit Vergarabat. Todo el Bio coreó Sr. Cobranza y Tomo Para No Enamorarme.
Cerrando la jornada otros dos invitados extranjeros. Primero, Sekta Core! de México con una combinación de los sonidos más fuertes del punk y el hard core y letras de mucho contenido social, junto a ellos el “Diablo” se subió al escenario y fue el encargado de iniciar el “slam” como dirían los mexicanos.
Y luego, por primera vez en Colombia, los españoles de Desakato con toda la potencia del punk asturiano pero con un toque más moderno. Se encontraron en Bogotá un fanaticada inesperada y una cálida acogida.
Y el punk no ha muerto
El escenario Plaza alistó sus cretas y sus botas para recibir una sobredosis de punk. Abrieron las chicas de Sin Pudor con su propuesta feminista y queer. Luego la energía en escena de Pamela Falla de Rattus Rattus continuó con los ritmos acelerados en la plaza. La presentación comenzó con un singular performance en una jaula.
Las primeras invitadas internacionales llegaron a la mitad de la tarde, Las Ultrasónicas de México, demostraron toda su trayectoría y el lugar que estas mujeres han construído en el mundo del punk latinoamericano. A las mexicanas las siguió una banda de “película”, Peste Mutantex, que trajo los himnos del punk más reconocidos dentro de la escena punkera colombiana. No pudo faltar Ramiro Meneses que derrochó tanta energía como la los tiempos de Rodrigo D.
Los veteranos del punk, o mejor los creadores del d-beat Discharge, fueron uno de los actos más esperados del día, y varias generaciones se unieron en torno a los sonidos de los británicos. Esta presentación hizo parte de su gira de despedida. Ellos fueron seguidos por una de las bandas más reconocidas del punk colombiano, I.R.A. que revivió sus clásicos y armó un pogo que no fue opacado por la caída de la noche.
Terminando este sábado lleno de sonidos punk, Ilegales de España recordó porque tienen una carrera de más de 30 años en la escena musical hispanoamericana.
Rock alternativo y mucha balada rock
Y se cumplía el último día de un exitoso Rock Al Parque 2022, y fue el turno de Andrés Guerrero y su agrupación las luces, de abrir el escenario Radiónica. El rock alternativo sería el común denominador de esta tarima.
Con influencias de bossa nova, los brasileros de Scalene llegaron con su rock alternativo al escenario. A continuación los siguió Cielito Drive, que sorprendió con su original propuesta de “diomedazos” en un sonido punk rock. Los venezolanos de Okills trajeron su repertorio cargado de temáticas relacionadas con la salud mental.
Atardeciendo, la onda romántica de Las Ligas Menores coincidió con los arreboles bogotanos del domingo. Los argentinos fueron aclamados por el público y dejaron todo servido para el reconocido artista español Nacho Vegas que con su poderosa voz terminó de complementar el romántico ambiente.
Cerraría hasta el 2023, la banda mexicana Enjambre, que rescataron los sonidos retro de los albores del rock mexicano con una onda igual de romántica que las dos anteriores agrupaciones.
Sinfonía, tangos y rancheras
De los cuatro días, este fue el más variopinto del escenario Bio. Comenzando con la propuesta de La Tribu, que desde Panamá trajo sonidos indígenas mezclados con rock alternativo. Siguiendo por América Central, los mexicanos de San Pascualito Rey remembraron al gran José Alfredo Jiménez con sus sonidos que combinan genialmente lo mejor de la ranchera tradicional mexicana y el rock en español.
Lucybell, nacido en la tierra de grandes como Los Prisioneros y La Ley, dejó claro porque Chile fue uno de los mayores precursores del rock en español de los ochentas y noventas.
Argentina se tomó el escenaario. Primero llegó Airbag, con el sonido hard rock de la familia Sardelli. Les siguieron Catupecu Machu, algo nostálgicos pero que enloquecieron al público con sus éxitos “y lo que quiero es que pises sin el suelo” y “magia veneno”.
El único nacional de este día en el escenario fue Lucio Feuillet, que trajo una presentación de una orquesta sinfónica mezclada con rock alternativo que estuvo a la altura de los invitados internacionales que le antecedieron y los que le sucedieron. El Galeras retumbó en la Bio gracias a Lucio y su orquesta.
Y terminó el día con el grandioso Gustavo Santaolalla y Bajofondo, este proyecto musical argentino uruguayo trajo el tango a escena así como el candombe cerrando con broche de oro este escenario.
Todo un viaje musical
Si el escenario Bio fue variado este domingo, el Plaza no se quedó atrás. Los fundadores de Kraken ahora reunidos en la banda homenaje a Elkin Ramírez trajeron Titán, que conmovió hasta las lágrimas a más de un metalero vieja guardia. Siguiendo en la onda retro, Krönös de Cali trajo su poderoso hard rock que no pierde vigencia y que ha abierto para legendarias bandas como Kiss.
De nuevo una agrupación femenina fue protagonista en el escenario, esta vez las mexicanas de The Warning recordaron porque se hicieron virales en 2013 con Enter Sandman. Ellas fueron la antesala para una de las más reconocidas bandas del metal sinfónico: Epica. La agrupación liderada por Mark Janssen y Simone Simons trajo un repertorio que abarcó varios de sus álbumes más recientes aunque como siempre con sus clásicos Cry For The Moon y Consign to Oblivion.
La presencia colombiana retornó al escenario con Oh’laville, estos viejos amigos de la infancia mostraron su virtuosísmo y la razón por la cual han triunfado internacionalmente. Dejaron todo servido, para que llegara el indie pop de los catalanes de Love of Lesbian, que atrajo a una fiel fanaticada que llenó el escenario más grande del festival.
Ya para terminar el día, unos más que conocidos del festival y de la audiencia bogotana: 1280 Almas. Diez años después volvieron a uno de los festivales que los dio a conocer y el público bogotano los supo recibir calurosamente en medio de una fría noche de domingo.
Entrada la noche, subieron los mexicanos de La Maldita Vecindad. Primero, pidiendo permiso a la tierra ancestral de Bacatá, comenzaron su fiesta de baile y paz. Con su estilo retro y sus alocados ritmos y el protagonismo de su saxofón, Pachuco y Cocodrilo sonaron en la plaza cerrando el festival.
Todo un éxito fue el retorno de Rock Al Parque 2022. Esperando continuar en 2023 con la misma línea, en especial con el merecido protagonismo que han dado a las agrupaciones predominantemente femeninas.
