Con una marcha en el sur de la ciudad, la marcha a la Plaza de Bolívar, la Contramarcha y «Yo Marcho Trans»; la comunidad LGBTIQ+ conmemoró el mes del Orgullo, aunque la discriminación y la falta de derecho persiste.
Más de 40 años de historia
Aunque la percepción de cierto sector de la ciudadanía apunta a creer que las movilizaciones de la población LGBTIQ+ son recientes; en Bogotá ya son más de 40 años de marchas y protestas en torno al reconocimiento y respeto de sus derechos.
A pesar de esto, el proceso sigue siendo complejo; en especial por el carácter conservador de la sociedad colombiana que aún permanece muy ligado a temas religiosos. Algo que es un común denominador a las sociedades en todo el continente americano.
Bogotá a la vanguardia
La capital del país, que mantiene posturas ligeramente diferentes al resto del territorio; es la ciudad que está a la vanguardia del respeto y reconocimiento de los derechos de la población LGBTIQ+. Incluso más recientemente, la alcaldesa de la ciudad era una mujer lesbiana y las localidades han tenido alcaldes y alcaldesas pertenecientes a la población LGBTIQ+.
La ciudad también ha desarrollado políticas públicas en torno a los derechos de la comunidad, y ha generado espacios seguros como Casas en varias localidades donde la comunidad viene desarrollando actividades culturales y cambiando la percepción de la sociedad en torno los temas de género.
Basándose en todo esto, el mes del orgullo en Bogotá cuenta con una programación que va más allá de un solo día de conmemoración. Recientemente se introdujo una movilización al sur de la capital, que en este año culminó en el Parque El Tunal.
Esta la ya conocida marcha del Orgullo que se desarrolla en el centro de la ciudad, o en 2023 hacia el Parque Simón Bolívar. Y durante 9 ediciones, se ha realizado la marcha «Yo Marcho Trans» que este año se trasladó de las localidades centrales hacia Ciudad Bolívar. Esta actividad tiene un carácter especial en estas fechas en las que se presentará la ley integral trans en el Congreso. Desde ya hace varios años se viene promoviendo este proyecto que por fin garantizaría derechos en distintos sectores para la población trans y no binaria, como por ejemplo la cedulación.
Y siguen las terapias
En las distintas actividades relacionadas al mes del Orgullo, se vieron letreros contra las terapias de conversión. Este tipo de mal llamadas terapias, son procedimientos no avalados médicamente, donde se pretende «corregir» la preferencia sexual o la identidad de género de las personas. Son principalmente practicadas por algunos sectores de la sociedad vinculados a algunos credos religiosos, y se pretendía su prohibición en el Congreso, pero el proyecto fue hundido.
Actualmente hay una pugna entre sectores políticos que argumentan la crueldad de dichos procedimientos, y los que indican que como padres de familia tienen el derecho de «corregir» la forma en que sus hijos perciben sus preferencias sexuales o su identidad de género.
Aunque Colombia logró luego de muchos intentos aprobar las uniones de personas del mismo sexo, gran parte de la sociedad espera que las terapias de conversión puedan ser abolidas y que el nuevo proyecto de ley integral trans sea aprobado, avanzando hacia el respeto de los derechos de toda la ciudadanía.